Economía subasta cinco títulos de deuda en pesos en busca de consolidar el Plan Guzmán

Este miércoles ofrecerá dos Letras a Tasa Variable y tres Boncer. El monto a colocar anuncado es de $75.000 millones, aunque la cifra es ampliable. Apunta a refinaciar vencimientos y conseguir fondos netos para reducir la emisión monetaria

jstrsnoy

El Ministerio de Economía licitará este miércoles cinco instrumentos de deuda en pesos en busca de al menos $75.000 millones. La segunda colocación en moneda local de noviembre apunta a refinanciar los vencimientos semanales por cerca de $57.000 millones y a hacerse de fondos extra para el Tesoro que permitan reducir la asistencia monetaria del Banco Central para cubrir el déficit fiscal.

La operación se realizará entre las 10 y las 15 y estará a cargo de la Secretaría de Finanzas que encabeza Diego Bastourre. Su cartera ofrecerá dos letras a tasa variable más margen, que pagan el rendimiento de la tasa de pases a siete días (actualmente en 34,5%) más un plus a definir en la subasta, y tres bonos que ajustan por inflación más un adicional (Boncer).

Las letras, que vencen el 29 de enero y el 31 de marzo, ya fueron colocadas la semana pasada. En esa oportunidad Finanzas, convalidó un margen de 3 y 3,2 puntos porcentuales sobre la tasa de pases. Solo adjudicó la mitad de lo que había demandado el mercado ($9.755 millones) para evitar pagar un interés mayor.

En cuanto a los Boncer, los ofrecidos este miércoles serán el T2X1, que expira el 17 de abril de 2021 y paga CER (inflación) más 1,1% anual; el TX21, que vence el 5 de agosto próximo y rinde CER más 1%; y el TX22, que caduca el 18 de marzo de 2022 y brinda CER más 1,2%.

El monto total a colocar anunciado es de $75.000 millones, sin embargo, el número es ampliable hasta un máximo que se fija por resolución y aún no fue informado. La intención oficial es utilizar parte de esos pesos para pagar los compromisos de esta semana: $56.595 millones de una Lecer y $349 millones de un Bocon. El excedente irá a financiar parte del rojo primario del mes. El 19 y el 26 de noviembre habrá otras dos licitaciones de títulos en moneda local.

De acuerdo al Plan Guzmán, que marcó un vuelco ortodoxo en busca de calmar las presiones devaluatorias, el Gobierno buscará en el mercado los recursos para refinanciar los $750.000 millones que vencen en el último bimestre y un 10% extra, que será financiamiento neto para cubrir parte de un agujero fiscal que tenderá a agrandarse en diciembre por factores estacionales. Si el fondeo neto bimensual supera los $75.000 millones, el excedente se utilizará para cancelar parte de los adelantos transitorios (AT) del BCRA que vencen en este lapso.

 

En octubre, el Tesoro canceló unos $126.000 millones de AT y la semana pasada el ministro de Economía se comprometió a no pedir más adelantos en lo que resta del año, como señal al mercado del inicio de un camino a la reducción de la emisión monetaria. Con todo, los AT no son la única vía de asistencia del Central: fuentes oficiales reconocen que se deberá echar mano a al menos una parte de los $400.000 millones disponibles en concepto de utilidades de la entidad que preside Miguel Pesce.

No es la única de las decisiones market friendly del plan, que por el momento derivó en un alivio significativo de la brecha cambiaria. Incluye la colocación de USD750 millones en bonos en dólares para dar salida a fondos extranjeros atrapados en pesos, a la que se sumará otra subasta equivalente en diciembre; la eliminación del IFE y el ATP en 2021 para motorizar una baja real interanual del 14% en el gasto social presupuestado; la baja temporal de retenciones a la soja; la marcha atrás con las restricciones a la operación del dólar contado con liqui; y la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que desindexa los haberes y los actualiza cada seis meses.

Se trata de una orientación que va rumbo a cristalizarse en la negociación del nuevo programa con el FMI, cuya misión arribó este martes a Buenos Aires. Guzmán confirmó que pedirá un acuerdo de facilidades extendidas (EFF por su sigla en inglés), que le daría al país un plazo de gracia de cuatro años y medio para iniciar el repago de la deuda de USD45.000 millones legada por Mauricio Macri pero impondría condicionalidades más duras que el actual modelo stand by (SBA) ya que suele venir acompañado de exigencias de reformas estructurales de parte del organismo.

En diálogo con Bloomberg y Reuters, el ministro aseguró que el programa con el FMI tendrá dos bloques centrales. Por un lado, las metas de la política macroeconómica, como los senderos de recorte del déficit fiscal, de reducción de la emisión, de acumulación de reservas, de crecimiento y de evolución del tipo de cambio oficial. Por otro, algunas reformas necesarias “para alcanzar mayor productividad”. Sin mayores precisiones por el momento sobre la agenda estructural, la fórmula de actualización previsional impulsada por el oficialismo es un anticipo.

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