Las dos mayores economía de la eurozona luchan por salir adelante, con panoramas distintos de acuerdo con los índices de gestores de compra (PMI) de S&P Global, publicados por el Hamburg Commercial Bank (HCOB), los que en su lectura preliminar de octubre reflejan una mejora en Alemania y un deterioro en Francia. Los PMI, elaborados a partir de encuestas empresariales, son considerados indicadores clave del estado de la economía.

En Alemania, el PMI compuesto subió nueve décimas, alcanzando los 48,4 puntos, superando las expectativas de 47,6. Aunque se mantiene en zona de contracción (por debajo de 50 puntos), este resultado ofrece un respiro dentro de un contexto generalmente pesimista para la economía europea, y particularmente para la alemana. El PMI manufacturero aumentó de 40,6 a 42,6 puntos, alcanzando un máximo de tres meses, mientras que el PMI de servicios subió de 50,6 a 51,4, también un máximo en tres meses.

Por el contrario, el PMI compuesto de Francia cayó a 47,3 puntos desde los 48,6 del mes anterior, alcanzando su nivel más bajo en nueve meses, cuando se esperaba un repunte hasta los 49 puntos. El PMI manufacturero descendió levemente, situándose en 44,5 puntos, mientras que el indicador de servicios registró una caída significativa, pasando de 49,4 a 48,3 puntos, su mínimo en siete meses.

Cyrus de la Rubia, economista jefe de HCOB, comentó sobre los resultados en Alemania: "El inicio del cuarto trimestre ha sido mejor de lo esperado. Con los servicios creciendo a un ritmo más acelerado y una contracción manufacturera menos intensa que en el mes anterior, el crecimiento para el cuarto trimestre es una posibilidad real". Este escenario optimista en el sector servicios se relaciona con el aumento en el consumo, motivado por mayores salarios y una menor inflación, como indican las cifras de ventas minoristas. Sin embargo, la industria manufacturera sigue en recesión, aunque los nuevos pedidos, que habían caído drásticamente, han moderado su descenso.

En el caso de Francia, la situación es más crítica. "El sector industrial francés sigue sumido en una profunda crisis", afirma Tariq Kamal Chaudhry, economista de HCOB. Tanto los pedidos nacionales como internacionales continúan en descenso, y se espera una mayor caída en la producción para los próximos doce meses. La falta de una estrategia clara por parte del gobierno francés y la incertidumbre política tras las elecciones anticipadas agravan la crisis, afectando la confianza empresarial.

Si bien los resultados en Alemania muestran señales tentativas de estabilización, los analistas de HCOB advierten que no se puede asumir una recuperación sólida aún. "Es probable que el PIB se mantenga estable durante todo el año, como proyecta el FMI, tras una contracción del 0,3% en 2023. Este escenario pone de relieve las debilidades estructurales de la economía alemana, incluidos los altos costos energéticos, la competencia de China y la escasez de mano de obra", concluye De la Rubia.