Blindados, esposas y un ofrecimiento fallido: Trump quiso retener a los técnicos de Hyundai
Mientras los trabajadores regresaban a Corea en un vuelo especial, Seúl advirtió que la crisis podía frenar inversiones millonarias en el mercado estadounidense.
El presidente Donald Trump sorprendió a Corea del Sur al proponer que más de 300 trabajadores de Hyundai, detenidos en una redada migratoria en Georgia, permanecieran en Estados Unidos para entrenar a empleados locales.
Según un funcionario citado por la prensa coreana, el mandatario reconoció que los detenidos eran "todos trabajadores calificados" y ordenó suspender la repatriación, que había comenzado con un despliegue de vehículos blindados y esposas en el predio de la planta.
La decisión generó un retraso de 24 horas en la partida y expuso las tensiones entre la Casa Blanca y Seúl.
La escena del regresoDe madrugada, colectivos avanzaron frente a los cercos con alambre de púas del centro de detención. Los técnicos subieron en silencio, rumbo al aeropuerto de Atlanta. Esta vez no llevaban grilletes: había sido una exigencia del gobierno surcoreano después de denunciar los métodos usados en el operativo.
Al mediodía, el chárter de Korean Airlines despegó con 316 trabajadores surcoreanos y otros extranjeros a bordo. Solo uno de ellos permaneció en Estados Unidos, amparado en un familiar con residencia permanente.
Negativa de SeúlLa propuesta de Trump fue discutida en Washington durante una reunión entre el canciller Cho Hyun y el secretario de Estado Marco Rubio. Cho la rechazó y explicó que los trabajadores estaban "extremadamente conmocionados y exhaustos".
Sin embargo, ambos países acordaron formar un grupo de trabajo para explorar un nuevo visado destinado a técnicos surcoreanos de industrias de alta complejidad.
El presidente Lee Jae Myung advirtió que el episodio podía frenar inversiones. "Nuestros negocios que han ingresado a Estados Unidos están en un estado de seria confusión", afirmó.
El secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, fue tajante: "Los coreanos aceptan ese acuerdo o pagan los aranceles. Blanco o negro". La frase resumió el trasfondo de un conflicto que amenaza tanto el acuerdo comercial en negociación como las inversiones anunciadas por Hyundai, que alcanzan USD 26.000 millones entre 2025 y 2028.
Repercusiones en AsiaChina confirmó que varios de sus ciudadanos estaban entre los detenidos y exigió a Washington que "aplique la ley con imparcialidad" y respete sus derechos. Japón informó que tres de sus nacionales habían sido alcanzados por el operativo y anunció que tomará medidas de asistencia consular.
El operativo en GeorgiaLa redada, ejecutada por ICE, HSI y el FBI, alcanzó a 475 personas en la planta de baterías eléctricas de USD 4.300 millones que Hyundai y LG Energy Solution construyen en Bryan County.
Lo que para Washington fue un operativo migratorio ejemplar, para Seúl y otras capitales asiáticas dejó la imagen de blindados, esposas y desconfianza en torno al futuro de las inversiones.