Casados con hijos, el insólito criterio de Trump para dar subsidios al transporte
La Administración Trump priorizará comunidades con altas tasas de natalidad y matrimonio para otorgar fondos de transporte. Dudas sobre su relación con los objetivos del sector
La Administración de Donald Trump decidió asignar fondos federales de transporte con un criterio inédito: dar prioridad a las comunidades con tasas de natalidad y matrimonio superiores al promedio nacional. La directiva provino del recientemente confirmado secretario de Transporte, Sean Duffy, y despertó cuestionamientos entre expertos y grupos de defensa de políticas públicas.
El memorando, firmado por Duffy, establece que todos los programas de subvenciones y préstamos del Departamento de Transporte deberán favorecer proyectos en “comunidades con tasas de matrimonio y natalidad más altas que el promedio nacional”, en la medida en que la ley lo permita. Según un comunicado oficial, la medida busca “fomentar el desarrollo económico y fortalecer a las familias estadounidenses con beneficios tangibles y medibles, sin consideraciones ideológicas”.
Duffy, padre de nueve hijos y uno de los pocos miembros del gabinete de Trump ya confirmados por el Senado, se alineó rápidamente el Departamento de Transporte con las prioridades de la Casa Blanca.
El razonamiento detrás de esta política no está del todo claro, señaló The New York Times. Si bien algunos sectores conservadores, como el vicepresidente JD Vance y el empresario Elon Musk, han manifestado preocupación por el descenso de la tasa de natalidad en EEUU, no hay evidencia de que destinar fondos de transporte a zonas con alta fertilidad pueda revertir la tendencia.
“Es difícil imaginar qué tipo de política de transporte podría fomentar el matrimonio o la natalidad”, dijo Scott Winship, del American Enterprise Institute al Times. Sin embargo, el criterio beneficiaría de manera desproporcionada a los estados republicanos. Datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que los republicanos Dakota del Sur, Alaska, Nebraska, Dakota del Norte y Texas están entre los estados con mayor fertilidad, mientras que Vermont, Oregón, Rhode Island y Nuevo Hampshire, todos demócratas, tienen las tasas más bajas.
El economista Phillip Levine, de Wellesley College, destacó que la política podría beneficiar indirectamente a familias con hijos, al destinar más recursos a comunidades suburbanas con viviendas unifamiliares y menor densidad poblacional. En línea con esto, Brad Wilcox, del Instituto de Estudios Familiares, aseguró que la medida favorecerá proyectos viales en suburbios por sobre el transporte urbano.
Desde la derecha, la decisión fue celebrada como un “paso en la dirección correcta”. Kevin Roberts, presidente de la fundación Heritage, la calificó de “fantástica” y declaró en la red X: “Es hora de hacer que EEUU sea amigable para los niños otra vez”.
Pero en el sector del transporte, la decisión genera más interrogantes que certezas. Adie Tomer, del Instituto Brookings, señaló que es “extremadamente inusual” utilizar la natalidad y el matrimonio como parámetro para distribuir fondos. La Administración Biden había priorizado inversiones en comunidades desfavorecidas y en infraestructura resiliente al cambio climático, una orientación que podría cambiar drásticamente con esta nueva estrategia.
El memorando también establece otros criterios: favorece proyectos en zonas que cooperen con la aplicación de leyes migratorias federales y cuestiona el uso del “costo social del carbono” en el análisis de inversiones, lo que podría debilitar consideraciones ambientales y de equidad racial.