Creció un 7,1% el déficit comercial de Estados Unidos entre enero y agosto de 2019
Los consumidores hacen caso omiso a las advertencias de recesión
El déficit en el comercio internacional de bienes y servicios de Estados Unidos subió un 1,6% en agosto, hasta los US$54.900 millones, mientras que el acumulado de los primeros ocho meses del año creció un 7,1% en términos interanuales.
El Departamento de Comercio de EE.UU. informó que las importaciones se incrementaron un 0,5%, hasta los US$262.800 millones; mientras que las exportaciones lo hicieron un 0,2%, hasta los US$207.900 millones.
Las compras de bienes de consumo, especialmente los teléfonos, que crecieron un 13% en agosto, impulsaron ese incremento de las importaciones.
Este indicador muestra cómo los consumidores estadounidenses siguen dispuestos a continuar gastando pese a la creciente preocupación acerca de un freno económico global y la incertidumbre sobre las tensiones comerciales.
En el acumulado de los primeros ocho meses del año, el déficit comercial subió un 7,1% respecto del mismo periodo de 2018, hasta los US$428,700 millones, pese las medidas proteccionistas impulsadas por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Trump llegó a la Casa Blanca con la promesa de reducir el abultado déficit comercial
El desequilibrio con China, muy sensible políticamente por la escalada en la guerra comercial entre Washington y Beijing, se redujo levemente en agosto de US$29.600 millones a US$28.900 millones.
Comparado con el mismo periodo del pasado año, el déficit con China ha bajado un 11,4% en los primeros ocho meses del año.
Se espera que la próxima semana una delegación china viaje a la capital de EE.UU. para una nueva ronda de conversaciones comerciales.
"Podría haber sorpresas positivas de estas negociaciones", afirmó Larry Kudlow, asesor económico principal de la Casa Blanca.
"China ha estado comprando algunas materias primas. Un volumen pequeño, pero quizás es una buena señal", agregó Kudlow.
Trump llegó a la Casa Blanca con la promesa de reducir el abultado déficit comercial en el país, pero tras más de dos años en el cargo no ha logrado reducir el desequilibrio.
De hecho, EE.UU. cerró 2018 con el mayor saldo comercial negativo desde 2008.
Los economistas consideran, no obstante, que la balanza comercial no es un indicador significativo de la salud económica de un país.
Estados Unidos, la primera economía mundial, suele ver cómo aumentan históricamente los déficit durante las épocas de bonanza al incrementar el apetito de los estadounidenses por las importaciones.
Trump ha acusado a la Reserva Federal (Fed) de dañar las exportaciones estadounidenses por mantener un dólar demasiado fuerte, y ha insistido en que debería rebajar los tipos de interés.
El banco central ha bajado el precio del dinero de manera consecutiva en sus últimas dos reuniones, hasta ubicarlo en el rango de entre 1,75% y 2 por ciento.