Elon Musk deja el gobierno de Trump en medio de fuertes críticas a su reforma fiscal
El empresario abandonó el Departamento de Eficiencia tras cuestionar el plan tributario del presidente y generar ruido en los mercados.
El multimillonario Elon Musk abandonó oficialmente el gobierno de Donald Trump. El empresario sudafricano nacionalizado estadounidense, conocido por su liderazgo en Tesla y SpaceX, comunicó su decisión en redes sociales al dejar la conducción del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un área creada a su medida con el objetivo de reducir el gasto público.
“Al finalizar mi mandato como Empleado Especial del Gobierno, agradezco al presidente Trump la oportunidad de reducir el gasto innecesario”, escribió Musk en X, la red social que también controla. Sin embargo, su mensaje no logró disimular el malestar creciente entre ambos, que escaló luego de que el magnate criticara la nueva propuesta fiscal del mandatario.
Apenas un día antes, Musk había cuestionado con dureza la llamada “gran y bella” reforma fiscal que impulsa Trump. En una entrevista con CBS News, el empresario manifestó su decepción por un proyecto que, según su visión, no sólo no achica el déficit, sino que lo agrava. “Socava el trabajo que está haciendo el equipo de DOGE”, afirmó.
Por ley, la designación de Musk como funcionario especial debía vencer el 30 de mayo, aunque la salida se precipitó tras estas declaraciones. Según fuentes de la Casa Blanca citadas por Bloomberg, Musk inició el proceso de desvinculación de manera unilateral, con la venia del presidente.
El alejamiento también coincidió con nuevas tensiones entre Tesla y el gobierno. La empresa criticó la eliminación abrupta de créditos fiscales destinados a energías limpias, un rubro del cual se benefició durante años. Parte del Congreso republicano empuja estas medidas para compensar el impacto del nuevo plan fiscal, que busca extender los recortes impositivos del primer mandato de Trump.
Desde su ingreso al gabinete, Musk enfrentó múltiples contradicciones políticas. Apoyó con donaciones y respaldo público al republicano, pero chocó con su política comercial hacia China y Europa, y con su reticencia a la movilidad eléctrica. El respaldo de Musk a la ultraderecha alemana, su papel en la campaña del AfD y sus cruces con líderes europeos, como el premier británico Keir Starmer, marcaron un giro político que impactó su imagen empresarial.
Cuestionamientos
Al frente de DOGE, Musk intentó achicar el tamaño del Estado federal. Eliminó agencias completas y promovió retiros voluntarios entre miles de trabajadores, pero no cumplió sus metas de ahorro. De un objetivo inicial de dos billones de dólares, pasó a prometer 150.000 millones. En paralelo, acumuló críticas y enfrenta una demanda por despidos masivos.
El papel político del empresario generó inquietud entre los inversores. Tesla registró su peor trimestre en ventas en tres años y sus acciones se desplomaron. Las protestas contra Musk se multiplicaron, afectarán a los concesionarios, estaciones de carga y, en especial, al Cybertruck. Incluso en el mercado europeo, algunos gestos suyos —como un saludo interpretado como nazi— impactaron de lleno en la demanda.