Estados Unidos atacó centros nucleares en Irán: crece la tensión global y hay anuncios de represalias

El bombardeo ordenado por Donald Trump destruyó las plantas de Isfahán, Natanz y Fordo. Israel celebró la operación mientras Irán habló de traición y pidió sanciones en la ONU. La Unión Europea llamó a frenar la escalada militar

BAE Negocios

Estados Unidos lanzó un ataque aéreo contra las principales instalaciones nucleares de Irán durante la madrugada, en una acción que provocó una escalada en las tensiones globales. El presidente Donald Trump calificó la operación como un "éxito aplastante" y aseguró que "todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní".

Según confirmó el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, los objetivos fueron las plantas nucleares de Isfahán, Natanz y Fordo, siendo esta última la más fuertemente impactada. Hegseth aclaró que el ataque no estuvo dirigido contra fuerzas militares ni civiles, sino que tuvo como fin destruir completamente el programa nuclear iraní, algo que describió como "logrado".

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, celebró la acción militar y elogió a Trump por su "audaz decisión" y por ejercer "el imponente y justo poder de Estados Unidos". Netanyahu consideró que el ataque "cambiará la Historia" y lo calificó como un "hito histórico", argumentando que privó "al régimen más peligroso del mundo de las armas más peligrosas del mundo".

El respaldo de Netanyahu a Trump

“La paz se logra con la fuerza”, remarcó el mandatario israelí, al tiempo que expresó su gratitud por lo que consideró "mucha fuerza y determinación" en la respuesta estadounidense.

En tanto, el gobierno iraní reaccionó con dureza. El ministro de Exteriores, Abbas Araqchi, acusó a Trump de traicionar la confianza en un momento en el que se desarrollaban negociaciones diplomáticas entre Irán, Estados Unidos y la Unión Europea.

Araqchi denunció que el ataque fue una decisión conjunta de Washington y Tel Aviv para "reventar la diplomacia". A través de su misión ante la ONU, Irán solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad, exigiendo una condena internacional y advirtiendo que los responsables deben enfrentar “graves consecuencias”.

Teherán calificó el ataque como una "acción criminal, no provocada y salvaje" y reiteró que no posee ni desarrolla armas nucleares, a pesar de las acusaciones en su contra.

 

 

La Unión Europea pidió desescalar el conflicto


Desde Bruselas, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, instó a todas las partes a retomar la vía diplomática. En declaraciones oficiales, pidió "dar un paso atrás y regresar a la mesa de negociaciones", al tiempo que subrayó que un Irán nuclear "representaría una amenaza para la seguridad internacional".

La UE convocó una reunión extraordinaria de ministros de Exteriores para evaluar la situación y coordinar una posición conjunta.

En tanto, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de la ONU monitorea las consecuencias del ataque a las centrales.

El ataque estadounidense se produjo apenas nueve días después de los primeros bombardeos israelíes contra territorio iraní. La ofensiva también coincidió con conversaciones indirectas entre Washington y Teherán, centradas en las condiciones para reactivar el acuerdo nuclear abandonado por Trump en 2018.

 

 

 

Esta nota habla de: