"Éramos tres en este matrimonio", confesó en 1995 la princesa Diana a la BBC, en una entrevista que vieron 23 millones de británicos. Solo bastaron esas palabras para que el escándalo circule por el mundo. La frase, no es para menos, significó un impacto muy fuerte en la realeza del Reino Unido, pero también en la carrera del periodista Martin Bashir, principal responsable de que Lady Di revelara que el príncipe Charles mantenía una relación con Camilla Parker Bowles. Y que ella misma confesara una infidelidad. 26 años después, sin embargo, el juez John Dyson, retirado hace ya un tiempo, denunció que la nota fue lograda gracias a "comportamientos engañosos" de la respetada cadena británica. Otra vez se disparó el escándalo.

La famosa entrevista se dio gracias a la intervención del hermano de Diana, Charles Spencer, a quien Bashir le entregó una serie de documentos que elevaban las sospechas sobre una posible conspiración de la realeza contra la princesa. Preocupado, Spencer mostró los papeles — extractos bancarios que demostraban supuestos pagos a determinados individuos para espiar a Lady Di— a su hermana, para convencerla de que era necesario dar una entrevista. Y así fue. El problema es que, como se probó este jueves, esos documentos eran falsos.

Esto no pasó desapercibido. De hecho, en 1996, muchos medios, quizás masticando odio por no lograr la primicia, denunciaron que la BBC había engañado a Lady Di. Entonces la cadena británica llevó a cabo una investigación interna, dispuesta a probar que sus estándares de transparencia e integridad —exigidos por el Estado, ya que es una emisora financiada con fondos públicos— estaban intactos. Sin embargo, desestimaron las acusaciones rápidamente, luego de que Tony Hall, al frente de la investigación y con el puesto asegurado de director general, le creyera ciegamente a Bashir, quien negaba el uso de documentos falsos y técnicas de engaño.

Premio BAFTA

Pocos meses después de la entrevista, Bashir recogió el premio BAFTA por el programa Panorama, donde se emitió la entrevista, que había logrado romper los moldes de lo que hasta entonces había sido el modo de informar sobre la familia real británica. Años más tarde, el periodista logró una entrevista explosiva con Michael Jackson, y logró una carrera exitosa con trabajos en ABC y MSNBC. 

Detrás de sí dejó a un Charles Spencer muy enojado y, sobre todo, engañado. El hermano de la princesa encargó entonces una investigación al juez John Dyson, que publicó un informe fulminante de 127 páginas, que cuestionan la integridad del periodista y de la BBC. "No fue solo la decisión de un reportero o un equipo de producción, hubo decisiones tomadas mucho más arriba en la cadena sobre la conducta de estas personas que ahora han demostrado, según Lord Dyson, ser infundadas y equivocadas", declaró el secretario de Justicia Robert Buckland. 

Las acusaciones dañaron a la BBC

El golpe pegó de lleno en la reputación de la cadena, una de las más respetadas a nivel nacional y global. "Quedó claroque el proceso llevado a cabo para asegurar (la obtención) de esa entrevista, se quedó muy lejos de lo que nuestros espectadores tienen derecho a esperar de nosotros”, lamentó Tim Davie, el actual director general de la BBC. "Lo lamentamos profundamente. Lord Dyson ha identificado claramente nuestros errores", señaló.

"Ha habido un cambio radical en los últimos 25 años. Ahora tenemos un esquema de denuncia de irregularidades exhaustivo y líder en la industria, que proporciona rutas claras e independientes para plantear inquietudes y, si es necesario, acceso directo para denunciantes a un director no ejecutivo en la junta de la BBC'', explicó Davie. "Eso es muy diferente al pasado'', remarcó una y otra vez.

Bashir, recientemente retirado a los 58 años tras sufrir coronavirus (Covid-19) y reiteradas operaciones de corazón, también se disculpó públicamente, y accedió a que la BBC devuelva el BAFTA. Sin embargo, sostuvo que esos documentos "no influyeron en absoluto en la decisión de la princesa Diana de participar en el programa".

Y, por malvado que parezca, quizás no está tan equivocado. La investigación de Lord Dyson hablló en noviembre de 2020 una nota escrita del puño y letra de la princesa Diana que reza: "Martin Bashir no me mostró ningún documento, ni me informó de nada que yo no supiera ya de antemano. Concedí la entrevista a Panorama sin ningún tipo de presión, y no me arrepiento en absoluto".

Las reacciones de la familia real

La nota no fue suficiente para los hijos de Lady Di, que todavía consideran que esa entrevista está fuertemente relacionada con la muerte de su madre dos años después, en un accidente de auto mientras escapaban de los papparazzi. En un video grabado para responder a la noticia, el príncipe Guillermo aseguró que la entrevista de Panorama “contribuyó de modo relevante al miedo, la paranoia y el aislamiento” que sufrió su madre, y exigió que no se vuelva a emitir.

Según dijo el duque de Cambridge y segundo heredero en la línea de sucesión de la corona británica, la entrevista "fue una contribución decisiva para el empeoramiento de la relación de nuestros padres, y ha herido a innumerables personas más desde entonces".

A esto se sumó el príncipe Enrique, que está envuelto en su propio escándalo con la realeza y los medios luego de pedir separarse de la familia real junto a su esposa, Meghan Markle. El duque de Sussex declaró que está preocupado porque "prácticas como esta, e incluso peores, siguen hoy muy extendidas".

Citado por ABC, Enrique culpó a ese tipo de periodismo del sufrimiento de Lady Di: "Nuestra madre perdió su vida por esto, y nada ha cambiado. Al proteger su legado, protegemos a todo el mundo, y mantenemos la dignidad con la que vivió su vida. Recordemos quién era ella, y todo lo que defendió".

Sucesivas investigaciones

"El gobierno tiene la responsabilidad de mirar con mucho cuidado para ver si la cúpula de la BBC necesita una reforma a la luz de estos devastadores hallazgos", declaró el secretario de Justicia, Robert Buckland. Está previsto que el próximo año comience una revisión intermedia de la gobernanza de la BBC.

Es que las conclusiones de Lord Dyson fueron impactantes: las explicaciones que Bashir dio en su momento de todo lo sucedido fueron “increíbles, difíciles de sostener y, en algunos casos, deshonestas”.  Además, el juez acusó a la BBC de “encubrir en sus notas de prensa todos los hechos que habrían podido demostrar el modo en que el señor Bashir aseguró su entrevista”, por lo que “se quedó lejos de los altos estándares de integridad y transparencia que han sido siempre su sello de identidad”.

El daño no termina ahí. El diseñador gráfico Matt Wiessler también fue con los tapones de punta contra la BBC. Wiessler había hecho los documentos falsos para Bashir, y al ver el programa inmediatamente hizo la conexión entre su encargo y la entrevista. Presentó sus preocupaciones a la gerencia de la BBC, pero durante mucho tiempo ha sostenido que lo convirtieron en un chivo expiatorio.

El diseñador dijo que hay una cultura dentro de la BBC de que "la gente pequeña" no necesita ser dirigida. Su negocio flaqueó después de que la BBC lo incluyó en la lista negra de sus asignaciones. "Solo bajo coacción recibimos algún tipo de disculpa y algún tipo de reconocimiento", le dijo a la cadena británica.

¿Por qué esto, y por qué ahora? La intervención de la justicia británica no es casual, sino que se da en un momento donde el gobierno de Boris Johnson emprende una avanzada contra la BBC, a la que consideran muy liberal y alejada del pensamiento conservador de la administración británica, que son quienes financian a la cadena. Además, la BBC se encuentra con serios problemas presupuestarios, que derivaron en fuertes recortes de personal. Las acusaciones no podrían haber venido en peor momento.