Macron lo consiguió: Lecornu formó un nuevo gabinete en tiempo récord
Sébastien Lecornu volvió a su cargo de primer ministro y presentó un equipo “más técnico que político” que busca aprobar el presupuesto y frenar el desgaste del Gobierno
Francia amaneció con un gobierno nuevo —otra vez—. Emmanuel Macron volvió a confiar en Sébastien Lecornu, el centroderechista de 39 años que ya había sido primer ministro durante catorce horas la semana pasada antes de renunciar por presiones internas. Esta vez, el mandatario le dio “carta blanca” para armar un nuevo gabinete que combine experiencia técnica y figuras políticas, aunque la estabilidad siga siendo un bien escaso en el Palacio del Elíseo.
El nuevo (nuevo) gabinete
El nuevo gabinete francés, compuesto por 34 ministros y secretarios, intenta equilibrar a los aliados del presidente con nombres de trayectoria fuera de la política.
Laurent Núñez, el jefe de la Policía de París durante los Juegos Olímpicos de 2024, asume el Ministerio del Interior; Catherine Vautrin, exministra de Trabajo, pasa a Defensa con la misión de gestionar el apoyo militar a Ucrania; y Roland Lescure continúa en Finanzas, el cargo más sensible en medio de una deuda que ya supera el 115% del PBI.
La lista incluye además a Jean-Pierre Farandou, expresidente de la SNCF, como ministro de Trabajo, y a Monique Barbut, exdirectora del WWF Francia, al frente de la cartera de Transición Ecológica. En Educación, el tecnócrata Édouard Geffray reemplaza a Élisabeth Borne, marcando un giro hacia la gestión antes que la política.
Pese al maquillaje técnico, Macron mantiene a varios incondicionales: Jean-Noël Barrot sigue en Relaciones Exteriores, Rachida Dati en Cultura y Gérald Darmanin en Justicia. El mensaje es claro: renovación, pero sin riesgos.
Una Asamblea Nacional que no perdona
El desafío de Lecornu va más allá de la reorganización. Sin mayoría parlamentaria, cada ley se convierte en una pulseada. La oposición, dividida entre la extrema derecha de Marine Le Pen y la izquierda de Jean-Luc Mélenchon, ya prepara mociones de censura. En ese clima, la misión inmediata del primer ministro será presentar el presupuesto 2026 antes de fin de año, una tarea que definirá su supervivencia política.
Los mercados financieros y las grandes empresas francesas observan con inquietud. Cada sobresalto en París golpea al euro y eleva las dudas sobre la capacidad del Gobierno para controlar el gasto. En los pasillos del poder, algunos economistas advierten que si el presupuesto fracasa, Francia podría entrar en parálisis política.
Un gouvernement de mission est nommé pour donner un budget à la France avant la fin de l’année.
Je remercie les femmes et les hommes qui s'engagent dans ce gouvernement en toute liberté au-delà des intérêts personnels et partisans.
Une seule chose compte : l’intérêt du pays.
Macron, cada vez más solo
A un año de haber disuelto la Asamblea y provocado el caos legislativo, Emmanuel Macron enfrenta el desgaste de un presidente sin mayoría, sin sucesor claro y con aliados que empiezan a mirar hacia 2027. Lecornu, el cuarto primer ministro en doce meses, lo sabe: su margen es estrecho y su respaldo político, precario.
Por ahora, el Elíseo intenta transmitir calma. Pero en París todos recuerdan que el último “nuevo gobierno” duró menos de un día. Y aunque Macron promete estabilidad, la sensación es que Francia vive en un permanente ensayo de crisis.