La crisis del coronavirus comienza a hacer estragos en las finanzas públicas de España, donde sólo desde el pasado mes de febrero, la deuda del conjunto de las Administraciones se incrementó en más de 88.000 millones de euros, en línea con los programas de gasto público puestos en marcha por los gobiernos central, regionales y locales para hacer frente al impacto de la pandemia.

La cifra supone un incremento del 7,3% en apenas cuatro meses, un registro que es mayor incluso al aumento observado desde junio de 2019, informa el medio español La Vanguardia. De acuerdo con la publicación, el coronavirus rompió la tendencia de desapalancamiento registrada en los últimos años, y volvió a encender las luces de alarma sobre la sostenibilidad de las cuentas públicas, según las cifras que publica el Banco de España.

Según La Vanguardia, para encontrar un incremento de la deuda como el de junio -cuando creció un 2,3% con respecto a mayo- hay que retroceder en la serie estadística un total de 88 meses y situarse en febrero de 2013, cuando España transitaba otro período de recesión.

El organismo no muestra una comparación respecto del comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB), que es realmente como se mide el nivel de endeudamiento de un país. Si se utilizara la cifra de cierre de 2019, la deuda estaría ya en niveles próximos al 103% del PIB, es decir supera ya todo lo que España es capaz de producir en un año.

No obstante, este indicador subirá mucho más cuando se conozca con certeza el desplome que registre la economía al final del ejercicio. El propio Banco de España estima que este dato podría oscilar entre el 115% y el 120% del PIB al final del año, cifras que concuerdan ya con los datos de desplome económico sufridos en los dos primeros trimestres del año.

Todas las administraciones públicas registran un incremento de sus niveles de deuda con respecto al mes de febrero. El mayor aumento lo registró de nuevo la Seguridad Social, que vuelve a batir su propio récord histórico con un pasivo total de 68.855 millones de euros. En solo un año, su pasivo ha crecido un 41% alimentado por las transferencias estatales para pagar las nóminas de millones de pensionistas que el sistema no puede afrontar con sus propios recursos.

Las únicas administraciones que salen más saneadas en la foto con respecto a 2019 son los ayuntamientos, inmersos ahora en una 'guerra' con el Gobierno por el uso del superávit fiscal registrado durante los años de bonanza económica. Según las cifras del Banco de España, su deuda se ha reducido un 4% en el último año a pesar de subir un 7% desde febrero.