El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y presidente en funciones, Pedro Sánchez, negocia con varias fuerzas políticas en busca de un nuevo mandato al frente del ejecutivo español, lo que intentará concretar durante la semana del 6 de noviembre.

El primer paso de Sánchez será cerrar un acuerdo de gobierno con Sumar, su principal socio político, que avanza con un proyecto de amnistía a los condenados por el 'procés' (fallido intento de independencia de Cataluña), que no cuenta con el aval del PSOE. Tampoco hay consenso con el socialismo en varias de las medidas que quieren para la hoja de ruta de un futuro Ejecutivo, como la reducción de la jornada laboral o el control de los precios de los alquileres. "Todo el mundo es consciente de que hay cosas que nos separan en cuestiones claves de la agenda social y que nosotros queremos desbloquear", dijo Ernest Urtasun, portavoz de Sumar.

Sánchez también debe terminar de cerrar el apoyo del PNV, con el que busca un pacto más allá de la legislatura que brinde estabilidad parlamentaria, y para lo que la fuerza vasca exige retoques a la Ley de Vivienda que garanticen el respeto a la autonomía. 

Pero el líder del PSOE tiene el principal desafío en el diálogo con los catalanes independentistas de ERC y Junts, que tienen como objetivo primario una amnistía para los condenados y procesados por la fallida independencia, la que no solo deberá estar bien fundada desde lo jurídico, sino también desde lo político. Hasta el momento se mantiene el hermetismo respecto de las conversaciones del PSOE con las formaciones catalanas, especialmente con la liderada por el exiliado Carles Puigdemont, con cuya portavoz parlamentaria -Miriam Nogeras- se reunirá el próximo viernes en el Congreso de los Diputados.

Los socialistas esperan poder comenzar a anunciar capítulos de los acuerdos que están cerrando la próxima semana. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, podría anunciar en breve la fecha de celebración del debate, que el líder del principal partido de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, no ha dejado de exigir durante los últimos días.

La ley electoral exige a Sánchez fijar la sesión de investidura antes del 28 de noviembre, fecha tope ante de que se reactive de nuevo -de manera automática- el mecanismo para la repetición electoral.