EUROZONA EN ATERRIZAJE SUAVE

Se aceleró el crecimiento económico en la eurozona

El PIB de la zona euro creció un 0,4% impulsado por España e Irlanda, mientras el empleo avanza levemente y persisten señales de desaceleración en sectores clave

BAE Negocios

La economía de la eurozona mostró un crecimiento más sólido en el tercer trimestre, con un avance del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,4% duplicando la tasa de expansión del trimestre anterior. Según la segunda estimación de Eurostat, el PIB también registró un incremento del 0,9% interanual. Sin embargo, a nivel de la Unión Europea (UE) el crecimiento trimestral se mantuvo en un más modesto 0,3%, con un aumento interanual del 1 por ciento.

 

Comparativa

Entre las principales economías de la eurozona, España lideró el crecimiento con una expansión del 0,8%, el doble del promedio del bloque. En cambio, Italia mostró un estancamiento y Alemania logró apenas un 0,2%, aunque saliendo de la contracción. Francia, por su parte, registró un avance del 0,4 por ciento.

A nivel general, Irlanda (2%), Lituania (1,1%) y Chipre (1%) lideraron el crecimiento, mientras que Hungría (-0,7%), Letonia (-0,4%) y Polonia (- 0,2%) sufrieron contracciones.

 

Mercado Laboral

El empleo en la zona del euro creció un 0,2% en el trimestre, elevando el crecimiento anual al 1%, desde el 0,9% registrado previamente. Estas cifras, aunque moderadas, reflejan la tendencia de las empresas a mantener sus plantillas a pesar del débil consumo y la caída de la demanda externa. La experiencia de escasez de mano de obra tras la pandemia parece estar incentivando la retención de trabajadores como medida preventiva.

No obstante, la fragilidad de la industria, el consumo privado estancado y los elevados costos financieros están poniendo presión sobre las empresas. Según los analistas, estas podrían reconsiderar la estrategia de mantener el exceso de personal si las condiciones económicas no mejoran significativamente.

 

Perspectivas y riesgos

Aunque el crecimiento del PIB de la eurozona en el tercer trimestre ofrece señales de recuperación, las condiciones estructurales del bloque siguen siendo preocupantes. La industria continúa en recesión, el consumo interno muestra signos de debilidad, y la alta inflación, junto con las políticas monetarias restrictivas, reducen los márgenes empresariales.

Si bien el mercado laboral ha mostrado cierta resiliencia, un deterioro significativo en este sector podría amplificar los riesgos de una recesión técnica, especialmente si la demanda externa y la actividad industrial no se recuperan.

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