SpaceX, la compañía de exploración espacial y despliegue de satélites, está tomando medidas proactivas para garantizar la seguridad y la sostenibilidad de su constelación de satélites Starlink. En un movimiento sin precedentes, la empresa está destruyendo cientos de sus casi 6.000 satélites operativos debido a un problema de fabricación que los hace más propensos a fallar en el futuro.

Este compromiso con la seguridad y la responsabilidad ambiental refleja el enfoque de SpaceX hacia la gestión responsable del espacio.

La compañía invirtió significativos recursos para asegurar que todos sus vehículos de lanzamiento, naves espaciales y satélites cumplan con los más altos estándares de sostenibilidad y seguridad.

 

 

 

 

 

Los satélites Starlink, vitales para la constelación global de Internet de SpaceX, operan en órbita terrestre baja por debajo de los 600 kilómetros de altitud. Dada la resistencia atmosférica a estas altitudes, los satélites se desorbitan naturalmente en un plazo de cinco años o menos.

Para minimizar el riesgo de tener satélites no maniobrables en el espacio, SpaceX identifica y saca de órbita de manera proactiva aquellos que podrían volverse no maniobrables en el futuro.

Esta medida, aunque drástica, garantiza la seguridad y la eficacia continua de la constelación de satélites.

 

Destrucción controlada

Actualmente, la empresa está llevando a cabo descensos controlados en 406 satélites de los casi 6.000 lanzados hasta la fecha. Estos descensos controlados aseguran que los satélites sean retirados de manera segura y controlada, minimizando cualquier riesgo para otras naves espaciales o para la Tierra misma.

Además, SpaceX está comprometida con la transparencia durante todo este proceso. La compañía comparte activamente información sobre la posición futura de sus satélites varias veces al día con otros operadores y proveedores de lanzamiento.

 

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