INGLATERRA

Desbordado y de mal humor, el Rey Carlos III se tomó su primer franco

Tras los primeros días como rey de Inglaterra, Carlos III se tomó su primer descanso. Según información oficial, el monarca ya recibió las cajas rojas

BAE Negocios

El rey Carlos III asumió como monarca el sábado 10 de septiembre, tras el fallecimiento de su madre, la reina Isabel II a sus 96 años. Desde que firmó su asunción, una secuencia de acciones por parte de Carlos III se hicieron eco en los medios. 

El martes 13, el monarca protagonizó una polémica escena cuando se mostró visiblemente frustrado por un bolígrafo dañado que perdía tinta y le manchó las manos durante una importante ceremonia en su visita al castillo de Hillsborough, en Irlanda del Norte.

En un acto de firma de libros al final de la visita con los miembros de la asamblea de Irlanda del Norte, el nuevo monarca británico se enojó porque había escrito mal la fecha y porque su bolígrafo goteaba tinta. “¡No puedo soportar esta maldita cosa!”, exclamó irritado y abandonó la sala.

El rey Carlos III se pidió su primer franco 

El nuevo rey de Inglaterra se pidió su primer franco de descanso luego de asumir hace cinco días. En el sexto día, en el sillón real, Carlos III pasó el día alejado de los compromisos institucionales, ya que se pidió el día libre. 

El nuevo monarca británico regresó a su residencia de Gloucestershire para tomarse un día de descanso, según informó la BBC.

La cadena pública británica informó que el descanso está previsto por la llamada "Operación de Londres", que fue puesta en marcha tras el fallecimiento de la soberana el pasado jueves en Balmoral. 

 

Desde la BBC, anunciaron que Carlos III emplearía el día libre de compromisos institucionales para prepararse para su nuevo rol y ya ha recibido las cajas rojas con los documentos del Gobierno y del Parlamento que deberá examinar diariamente -excepto en Navidad- durante el resto de su reinado.

Los primeros despidos del rey Carlos III

En sus primeros días como rey, Carlos habría notificado el despido de decenas de empleados de la que hasta ahora era su residencia oficial, Clarence House, en pleno luto tras el fallecimiento de Isabel II. 

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