La Asamblea General de Naciones Unidas se convierte nuevamente en el epicentro de la diplomacia mundial al celebrar su 80 aniversario. Este evento reúne a líderes de todo el mundo en un momento crucial, marcado por múltiples crisis internacionales. Bajo el lema 'Juntas y juntos somos mejores: 80 años y más por la paz, el desarrollo y los Derechos Humanos', la ONU busca reafirmar su compromiso con un futuro más pacífico y equitativo. Sin embargo, este lema es solo una declaración de intenciones, ya que los desafíos actuales requieren acciones concretas.

El debate de la Asamblea General ofrece una plataforma para que los jefes de Estado y de Gobierno expresen sus posiciones sobre diversos temas. La sesión comienza con un llamamiento formal de Annalena Baerbock, presidenta de la Asamblea, seguido por una intervención del secretario general, António Guterres. Brasil y Estados Unidos, por tradición, son los primeros en intervenir. Este año, la polémica surge con la decisión del gobierno de Donald Trump de cancelar los visados para la delegación palestina, lo que añade tensión al evento.

Además de los discursos, la Asamblea General es un espacio para reuniones bilaterales y foros políticos. Este año destaca la conferencia para la solución de dos Estados entre israelíes y palestinos, auspiciada por Francia y Arabia Saudí. También es una oportunidad para que nuevos líderes se presenten en el escenario internacional, como el presidente de transición de Siria, Ahmed al Shara. Sin embargo, la representación femenina sigue siendo baja, con solo 29 países liderados por mujeres, según ONU Mujeres.

António Guterres ha abogado por la reinvención de la ONU, que enfrenta retos geopolíticos y recortes presupuestarios significativos. La organización ha propuesto una reducción del 15,1% en recursos y del 18,8% en costes laborales para 2026. Sin embargo, el derecho de veto de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad sigue siendo un obstáculo para medidas firmes en conflictos clave. A pesar de las críticas, la ONU mantiene una buena reputación global, con un 60% de opinión favorable según el Pew Research Center.