La Basílica de Santa María la Mayor en Roma abrió sus puertas este domingo para que los fieles y visitantes puedan rendir homenaje al papa Francisco, fallecido el pasado lunes a los 88 años. Desde las 7 hasta las 19, miles de personas formaron largas filas para acceder al templo y visitar el sepulcro del sumo pontífice.

La tumba, ubicada en una nave lateral de la basílica, es de estilo sencillo, tal como lo había solicitado el propio Francisco en su testamento. Está hecha en mármol blanco de Liguria, con la inscripción "Franciscus" y una reproducción de su cruz pectoral. Sobre la lápida reposa una rosa blanca, símbolo de su devoción a Santa Teresa de Lisieux.

Además, más de 110 cardenales se reunieron en la basílica para rendir homenaje al difunto Papa y participaron en una ceremonia oficiada por el cardenal lituano Rolandas Makrickas, arcipreste coadjutor de la basílica, tal como lo había expresado Francisco en su testamento.

La apertura de la tumba coincide con el inicio de las deliberaciones cardenalicias rumbo al cónclave para elegir al nuevo Papa.

La Basílica de Santa María la Mayor, fundada en el año 432, es uno de los templos más importantes del cristianismo y alberga una venerada imagen de la Virgen María. La elección de Francisco de ser enterrado allí refleja su profunda devoción mariana y su deseo de permanecer cerca del pueblo de Roma.

Para quienes deseen visitar la tumba, la basílica está abierta todos los días de 7 a 19 horas, con entrada gratuita.