Avanza en Bolivia impuesto anual y permanente a grandes fortunas
El tributo alcanzaría a unas 150 personas en todo el país
La Cámara de Diputados de Bolivia aprobó una ley para cobrar un impuesto anual y permanente a las fortunas individuales por encima de los USD4,3 millones, medida que fue celebrada por el presidente, Luis Arce, que la derivó al Senado para su ratificación.
Ese cuerpo legislativo en el que el oficialismo es mayoría también aprobó otra norma para la devolución de un 5% de todas las compras facturadas a personas con ingresos menores a 9.000 bolivianos (unos 1.293 dólares) que también contó con el beneplácito del mandatario.
"Saludamos que la Cámara de Diputados haya aprobado dos importantes proyectos de ley dirigidos a reactivar la economía, como son el reintegro del RE-IVA a los trabajadores que perciban un salario mensual igual o menor a Bs 9.000, y el del Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF)", ponderó Arce en Twitter.
El Gobierno boliviano espera recaudar con el nuevo impuesto unos 105 millones de bolivianos anuales (USD15,1 millones).
Como es un proyecto del poder Ejecutivo que controla el Congreso, es prácticamente un hecho la ratificación por parte del Senado, que comenzará a tratarlo en las próximas horas.
El diputado del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), Omar Yujra, explicó que la nueva tasa impositiva alcanzará a 150 ciudadanos del país, quienes cuentan con fortunas por encima de los USD4,3 millones.
La ley, según explicaciones previas del Ministerio de Economía, establece una base imponible progresiva: 150.000 bolivianos (unos USD21.500) a personas con fortunas de 30 millones a 40 millones de bolivianos (de USD4,3 millones a USD5,7 millones).
Asimismo, se aplicará una alícuota de 600.000 bolivianos (USD86.200) a las fortunas de 40 millones a 50 millones de bolivianos (de USD5,7 millones a USD7,2 millones).
El impuesto será progresivo a mayor riqueza, informó la agencia de noticias AFP.
El economista Gary Rodríguez, gerente del privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), dijo esta semana que la medida "es una señal que preocupa a los inversionistas locales y extranjeros".