Luiz Inácio Lula da Silva calificó ayer, durante el primer debate previo al balotaje, como "el rey de las fake news y de la estupidez" al mandatario Jair Bolsonaro, quien defendió su gestión durante la pandemia y sostuvo que la historia le dará la razón a su iniciativa de combatir las cuarentenas. Quedó, sin embargo, a la defensiva sobre el tratamiento del Covid, aunque señaló que su política sanitaria salvó millones de vidas. El debate presidencial para el balotaje que se realizará el 30 se llevó a cabo en el canal Bandeirantes.

Bolsonaro intentó vincular a Lula con el narcotráfico por hacer campaña electoral en las favelas de Río de Janeiro, mientras que el líder del Partido de los Trabajadores rebatió diciendo que el jefe del Estado está relacionado con el crimen organizado de los parapoliciales de ultraderecha, fuerza que mató a la concejala Marielle Franco en Río de Janeiro en 2018.

En la previa, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil había beneficiado a Bolsonaro al determinar que el Partido de los Trabajadores (PT) retirara de sus redes un video en el cual vincula al jefe del Estado con declaraciones asociadas al canibalismo y a la pedofilia.

El primer debate presidencial para el balotaje comenzó ayer a las 20 (misma hora de Argentina) en el canal de televisión Bandeirantes con la participación Bolsonaro, del Partido Liberal, y de Lula da Silva.

En el inicio del debate, Bolsonaro defendió la continuidad del plan social Auxilio de Emergencia, mientras que Lula propuso aumentar el mínimo no imponible para los asalariados en el marco de una reforma tributaria.

Lula registra una intención de voto para la segunda vuelta de 53% contra un 47% del actual mandatario, de acuerdo con una encuesta realizada por la empresa Datafolha y divulgada por la cadena televisiva GloboNews.

Estos números responden apenas a los votos válidos, sin contar los sufragios en blanco y los anulados, como los contabiliza la Justicia electoral. En votos totales, Lula reúne un 49% frente al 44% de Bolsonaro, mientras que un 1% se declaró indeciso y un 5% respondió que votaría en blanco o que anularía el voto.

En las elecciones celebradas el 2 de octubre, Lula fue votado por 48,4% de los brasileños, en tanto que Bolsonaro recibió el apoyo del 43,2%.