Bolsonaro vuelve a Brasil y enfrenta varias causas judiciales
El ex mandatario retornará mañana a la mañana a su país, donde espera ponerse al frente de la oposición de ultraderecha al gobierno de Lula
Después de tres meses de vacaciones en Florida, se prevé que Jair Bolsonaro regrese a Brasil mañana para liderar la oposición y desafiar al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
El Partido Liberal de Bolsonaro espera que reúna tanto a los aliados en el Congreso como a sus simpatizantes en todo el país, dando un empujón a los esfuerzos de la oposición justo cuando aumentan los problemas para la Administración de Lula.
Bolsonaro tiene previsto llegar a las 7.10 de mañana en un vuelo de la aerolínea Gol que arribará a Brasilia desde Orlando, Florida, y sus seguidores intentan organizarse para recibirlo luego de que abandonara el país el 30 de diciembre, dos días antes de terminar su mandato y así evitar pasar el mando a Lula da Silva, quien lo derrotó en las elecciones de octubre.
"Estoy sin mandato pero no estoy jubilado", dijo Bolsonaro a la radio bolsonarista Jovem Pan, al anunciar su regreso. "No sé si habrá gente esperándome, quiero volver a Brasil a vivir una vida normal", agregó. El ex mandatario contará con un cargo en el Partido Liberal, que le pagará 7.600 dólares mensuales para organizar a la derecha y ultraderecha de cara a las elecciones municipales.
El regreso también conlleva riesgos para Bolsonaro, de 68 años, quien enfrenta una ola de demandas e investigaciones judiciales. Entre ellas se pueden mencionar la investigación sobre su presunta participación en el intento de insurrección del 8 de enero en Brasilia por parte de grupos de derecha que no aceptaron su derrota en las elecciones de octubre.
En este punto radica el temor del bolsonarismo, sobre todo porque está preso por ser uno de los mentores de la intentona su exministro de Justicia Anderson Torres, quien en el momento del intento de golpe era el secretario de Seguridad de Brasilia y ordenó a la policía liberar la zona.
Torres, según la prensa local, estaría negociando una delación premiada para reducir su pena.
El exministro de Justicia estaba en el momento del intento de golpe en Orlando junto con Bolsonaro.
El ex presidente también enfrenta una investigación por más de US$3 millones en joyas que uno de sus aliados intentó ingresar a Brasil después de un viaje oficial a Arabia Saudita cuando aún era presidente, y nuevos informes esta semana de que pudo haber intentado ocultar otros obsequios presidenciales del ojo público.
Normalidad
Pese a las preocupaciones legales, Bolsonaro ha insistido durante sus vacaciones en Estados Unidos que eventualmente regresaría para hacerse cargo del movimiento.
“Estamos volviendo a la normalidad”, dijo en una entrevista con medios brasileños esta semana. “Me reuniré con el partido, que tiene aproximadamente el 20% de los escaños en la Cámara Baja y el Senado, y discutiremos cuál es nuestra estrategia”.
Una vez establecido en Brasil, los aliados de Bolsonaro esperan que comience a recorrer el país. Michelle Bolsonaro también está organizando mítines en todo Brasil y considerando una posible candidatura si los jueces electorales dictaminan que su esposo no es elegible para postularse nuevamente como resultado de sus problemas legales, según dos personas familiarizadas con los planes.