El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó el nuevo Plan Cosecha de Agricultura Familiar 2025-2026, que inyectará una cifra récord de 89.000 millones de reales (unos 16.300 millones de dólares) para reforzar el modelo productivo rural en todo el país. La iniciativa busca garantizar la seguridad alimentaria, fortalecer las economías locales y brindar una rentabilidad justa a pequeños y medianos productores.

Durante el acto oficial en el Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo en Brasilia, Lula estuvo acompañado por el ministro de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar, Paulo Teixeira, quien destacó que el plan no solo mejora el acceso a alimentos de calidad, sino que también "fortalece la economía local" al fomentar el arraigo rural y la producción de cercanía.

El nuevo paquete destina 78.200 millones de reales al Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar (Pronaf), que cumple 30 años de vigencia. El monto representa un aumento del 47,5% respecto al presupuesto de la administración anterior, consolidando una política de expansión del crédito rural en favor de los sectores más vulnerables del campo.

Además del financiamiento tradicional, el plan incorpora nuevas líneas de crédito orientadas a la agricultura ecológica, la irrigación sostenible y la adaptación al cambio climático.

El Gobierno brasileño también anunció que reforzará la conectividad y la accesibilidad en el ámbito rural, medidas que permitirán una mayor inclusión tecnológica y mejores condiciones de comercialización.

Con esta nueva inyección de recursos, el total destinado a la agricultura familiar en los últimos dos ciclos asciende a 225.000 millones de reales (alrededor de 41.300 millones de dólares), consolidando una política pública que pone al campo en el centro de la estrategia de desarrollo nacional.

Según informó Agencia Brasil, el plan forma parte de una estrategia más amplia del Gobierno de Lula para revertir los efectos del abandono rural y ampliar la soberanía alimentaria del país, con el foco puesto en quienes producen el 70% de los alimentos que se consumen en Brasil: las familias rurales.