El Banco de Inglaterra (BoE) dispuso hoy la primera pausa en su política de suba de tasas de interés, luego de 14 aumentos ininterrumpidos llevados adelante desde diciembre de 2021, con lo que los tipos se quedan en el 5,25%, su nivel más elevado desde 2008.

Las tasas se situaban en el 0,1% al comienzo del ciclo de ajuste, y si bien se daba prácticamente por hecho una última suba de tipos de 25 puntos básicos en la reunión de hoy, los datos de inflación de agosto, más suaves de lo esperado, decidieron a la directiva del BoE a hacer una pausa, similar a la que dispuso ayer la Reserva Federal estadounidense.

La inflación subyacente (excluye alimentos, energía, alcohol y tabaco) y, sobre todo, la inflación de servicios más bajas de lo esperado en agosto abrieron la puerta a que el BoE hiciera stand by con los aumentos, lo que se decidió luego de una ajustada votación del Comité de Política Monetaria, ya que cinco miembros votaron a favor de la pausa y cuatro a favor de otro aumento de 25 puntos básicos.

"La política monetaria deberá ser lo suficientemente restrictiva durante el tiempo suficiente para que la inflación vuelva a situarse en el objetivo del 2% de forma sostenible a medio plazo, de acuerdo con el mandato del Comité. Sería necesario un mayor endurecimiento de la política monetaria si hubiera indicios de presiones inflacionarias más persistentes", señala el comunicado del BoE.

Asimismo, el Comité votó a favor de reducir en 100.000 millones de libras esterlinas (123.000 millones de dólares) durante el período comprendido entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, el stock de deuda pública británica adquirida con fines de política monetaria y financiada mediante la emisión de reservas del banco central, la que quedaría así en un total de 658.000 millones de libras (809.000 millones de dólares).

"La sorprendente decisión del BoE de mantener hoy los tipos significa que estos ya han alcanzado su nivel máximo. Creemos que los tipos se mantendrán en este máximo del 5,25% durante más tiempo de lo que esperan la Reserva Federal de EEUU, el Banco Central Europeo (BCE) y los inversores, pero que cuando se recorten los tipos a finales de 2024 se reducirán más y más rápido de lo que la mayoría esperaba", señaló al medio español elEconomista.es Paul Dales, analista de Capital Economics, que considera que "el trabajo del banco ya está hecho".

No obstante, un repunte de la inflación de los servicios, nuevos aumentos de salarios y/o un nuevo salto de los precios del petróleo podrían obligar al banco a volver a subir los tipos en la próxima reunión del 2 de noviembre, o repetir la pausa en noviembre y subir los tipos en diciembre.

En Capital Economics insisten en su idea de que el banco mantendrá los tipos en su nivel máximo hasta finales de 2024. "Por el contrario, creemos que la Fed bajará los tipos en el primer semestre de 2024, el BCE lo hará antes, en el segundo semestre de 2024, y el mercado prevé que el BoE los baje en agosto de 2024", señala Dales, remarcando que el BoE recortará incluso antes de lo que espera el mercado.

"El BoE ha votado a favor de mantener los tipos de interés, y sospechamos que esto significa que el ciclo de endurecimiento ha terminado", coincide James Smith, economista de ING, quien no obstante remarca que el banco dejó muy claro que mantiene todas las opciones sobre la mesa para noviembre.