Reino Unido

Desapareció uno de los cuervos “guardianes” de la Torre de Londres

Según cuenta la leyenda, si falta alguno de los pájaros guardianes, la fortaleza podría caerse y con ella "todo el imperio británico". La situación se dio días después de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea 

BAE Negocios

Desapareció uno de los seis cuervos “guardianes” de la Torre de Londres y se encendieron las luces de alarma en la mente de los supersticiosos.

Leyende a los seis cuervos guardianes 

Según cuenta la leyenda, si falta alguno de los pájaros guardianes, la fortaleza podría caerse y con ella "todo el imperio británico".

La faltante es la "reina" del sexteto, apodada Merlina. La cuerva llevaba varias semanas sin sobrevolar el histórico edificio donde se aloja la colección más valiosa de joyas de la monarquía, como la Corona imperial.

Los cuidadores, temen que haya fallecido según señala el tuit de la cuenta oficial del castillo que se ubica sobre el río Támesis. 

Corona Imperial 

Existe un decreto real que exige al menos seis cuervos "guardianes" en el muro, para respetar la famosa leyenda.

Merlina es conocida por ser una de las aves más queridas por los ingleses desde que se unió a la bandada en 2007, y “la gobernanta indiscutible del gallinero”, según el llamado Maestro de Cuervos y responsable, Christopher Skaife, que admitió que se tomará un tiempo “para llorarla”.

 

Gran Bretaña 

Los británicos más supersticiosos, temen que la desaparición de la cuerva Merlina, se indicio de un "mal presagio" para la continuidad de la monarquía y el futuro del Reino Unido, situación que se da justo cuando el país sale de la Unión Europea (UE), y por el actual confinamiento nacional debido al aumento de casos por Covid-19. 

Aparición de los cuervos guardianes

Fue el monarca Carlos II (1630-1685) en el siglo XVII quién decretó que los pájaros debían permanecer en la Torre todo el tiempo y mandó protegerlos y recortarles las plumas de las alas para que no se marcharan.

Años más tardes, el primer ministro Winston Churchill (1874-1965) ordenó durante la Segunda Guerra Mundial que se trajeran más cuervos para “aumentar la población”, ya que solo “uno de ellos” fue capaz de sobrevivir a los bombardeos que asolaron la ciudad.

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