En un giro inesperado, Estados Unidos se encuentra al borde de un nuevo cierre gubernamental debido a la falta de consenso en el Senado sobre el presupuesto. La Casa Blanca ha emitido una circular a las agencias gubernamentales para que implementen sus planes de cierre ordenado, tras no lograr un acuerdo entre senadores republicanos y demócratas. La ley H.R. 5371, que debía establecer el plan presupuestario, no alcanzó los votos necesarios, dejando a miles de empleados federales en la incertidumbre.

La Administración de Donald Trump ha señalado a los demócratas como responsables del estancamiento, acusándolos de exigir un billón de dólares en nuevos gastos. Sin más votaciones previstas antes del plazo límite, la Oficina de Administración y Presupuesto ha adelantado un documento que culpa a los demócratas de forzar el cierre del Gobierno. Este cierre será el 14º en la historia de Estados Unidos y el primero desde 2019, cuando el gobierno se detuvo durante cinco semanas.

El debate en el Senado se ha centrado en la atención sanitaria, con los demócratas exigiendo la renovación de los subsidios del programa Obamacare y la reversión de los recortes de Medicaid. Mientras tanto, los trabajadores esenciales, como las tropas militares, seguirán trabajando sin sueldo, y 750.000 empleados federales no esenciales serán suspendidos temporalmente. Trump ha advertido que podría despedir permanentemente a muchos trabajadores públicos, una medida que se aparta de la práctica habitual de suspensiones temporales.