El BCE vuelve a bajar las tasas, pero anticipa una pausa ante la incertidumbre económica
El organismo redujo sus tres tipos de interés en 25 puntos básicos, pero advierte que el margen para más recortes se achica por la inflación y el débil crecimiento.
El Banco Central Europeo (BCE) bajó sus tres tasas de interés clave en 25 puntos básicos, cumpliendo con las expectativas del mercado. Sin embargo, la entidad dejó señales de que el margen para más recortes se está acotando y que podría entrar en una fase de “esperar y observar” ante la incertidumbre económica.
El BCE llevó la tasa de depósito al 2,50%, la tasa de principales operaciones de financiación al 2,65% y la facilidad marginal de crédito al 2,90%. En su comunicado, el organismo destacó que la política monetaria adoptó una postura menos restrictiva y que la baja de tasas está reduciendo el costo del crédito para empresas y hogares, lo que impulsa la reactivación de los préstamos.
Con esta decisión, el BCE se acerca al final del ciclo de recortes, iniciado en junio de 2024 tras una fuerte desinflación que llevó al IPC de la eurozona cerca del 2% , aunque aún por encima de ese nivel. La inflación sigue mostrando resistencia en algunos sectores , lo que obliga al banco central a actuar con prudencia.
El cambio de tono del BCE generó reacciones inmediatas en los mercados financieros . Analistas como Mathieu Savary , de BCA Research , consideran que el organismo reconoce la mejora de las condiciones internas y el impacto de la relajación fiscal. Según su análisis, la probabilidad de que la tasa de depósito caiga por debajo del 2% se redujo significativamente.
El BCE se enfrenta ahora a un riesgo de estanflación, con inflación persistente y bajo crecimiento. Las proyecciones actualizadas marcan un crecimiento del 0,9% para 2025, 1,2% para 2026 y 1,3% para 2027, reflejando un freno en las exportaciones y una inversión menor ante la incertidumbre global.
En términos de inflación, el BCE espera una media del 2,3% en 2025, 1,9% en 2026 y 2% en 2027, cifras levemente superiores a las estimaciones previas. La revisión alza para 2025 responde a un aumento en los precios de la energía.
El dilema de Lagarde
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, aseguró que la inflación avanza hacia la meta, pero admitió que la inflación doméstica sigue siendo elevada. Además, destacó que la incertidumbre económica persiste y que el mayor gasto en defensa e infraestructura en Europa podría impulsar la demanda y presionar los precios al alza.
En este contexto, el BCE podría inclinarse hacia una pausa en los recortes. En los últimos días, varios funcionarios del organismo marcaron una postura más cautelosa. Isabel Schnabel , del comité ejecutivo, advirtió que “los riesgos inflacionarios están sesgados al alza” y que el BCE debe debatir si detiene las bajas. Otros miembros, como Robert Holzmann y Boris Vujcic , también sugirieron que la entidad se encuentra cerca de un punto de inflexión.
Los analistas no coinciden sobre el futuro de la política monetaria del BCE. Mientras ING considera que un recorte en abril es incierto y que la tasa de depósito cerrará en 2% , expertos de Bank of America prevén más reducciones hasta 1,5% para septiembre. En cambio, Schroders estima que el BCE aplicará solo dos bajas más este año debido a una revisión alza en la inflación esperada.
Debilidad
A pesar de los ajustes, la economía de la eurozona muestra signos de debilidad, con Alemania y Francia como los principales focos de preocupación. El IPC de febrero cayó al 2,4% interanual , mientras que la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos, bajó al 2,6% , el nivel más bajo desde enero de 2022 .
El consumo sigue en retroceso. En enero, las ventas minoristas cayeron un 0,6% respecto al pico de septiembre, evidenciando un freno en la demanda. Además, la inflación en servicios , el sector más sensible a los salarios, se desaceleró al 3,7% , aunque aún está lejos del objetivo del BCE.