El déficit presupuestario federal de Estados Unidos sobrepasó los USD3 billones en los primeros once meses del presente año fiscal, al aumentar en USD200.000 millones en agosto, según datos del Departamento del Tesoro.

De acuerdo a esas cifras, el déficit entre octubre de 2019 y agosto de 2020 supone ya más del doble del récord de USD1,4 billones alcanzado durante la crisis financiera de 2009, de acuerdo con el sitio Expansion.com.

Los datos del Tesoro muestran que el Gobierno que encabeza el presidente Donald Trump gastó en lo que va de año más de USD6 billones, en comparación con los USD4,4 billones de 2019.

Este aumento se debe a los esfuerzos para paliar las crisis económica y sanitaria originadas por la pandemia de COVID-19 en el país.

Por otro lado, los ingresos siguen sin cambios pero equivalen solo a la mitad del gasto, lo que obliga al Tesoro a tomar prestado el resto.

Tan solo en agosto, el Gobierno federal  gastó USD423.000 millones, frente a los USD223.000 millones que recaudó de impuestos.

La Oficina de Presupuesto del Congreso de EE.UU. estima que la deuda acumulada superará el tamaño de toda la economía el próximo año y que batirá el récord de la II Guerra Mundial (1939-1945).

Se espera que al término de este año fiscal, que finaliza este mes, el déficit presupuestario llegue a los USD3,3 billones, frente al billón del año fiscal 2019.

En marzo, EE.UU. aprobó un paquete de estímulo económico de USD2,2 billones, el mayor de la historia moderna del país, para contrarrestar los efectos de la pandemia del coronavirus, pero la gravedad de la situación lo ha mostrado insuficiente.

Según observa el diario The Hill, se estima que el déficit aumentará aún más para finales de este año fiscal y alcanzará los USD3,3 billones. Llegará a ser el mayor en la historia financiera del país.

"La deuda acumulada superará el tamaño de toda la economía el próximo año y romperá su récord de la época de la Segunda Guerra Mundial", pronostica el medio.

Los analistas advierten que el endeudamiento excesivo puede frenar el crecimiento económico y aumentar los tipos de interés, a la vez que consideran que "la deuda es una preocupación secundaria en un momento de crisis económica, cuando la atención debería centrarse en la reactivación de la economía".