El número de estadounidenses que presentó nuevas solicitudes de subsidio de desempleo cayó de forma inesperada la semana pasada, lo que indica que el mercado laboral sigue estando ajustado incluso en un momento en que la demanda de trabajo se está enfriando, en medio de la suba de las tasas de interés para enfrentar la inflación.

Las solicitudes iniciales de subsidios de desempleo estatales cayeron a una cifra desestacionalizada de 214.000 en la semana terminada el 15 de octubre, informó el Departamento de Trabajo.

Los datos de la semana anterior fueron revisados y mostraron 2.000 solicitudes menos de las comunicadas con anterioridad. Los economistas encuestados por la agencia Reuters habían previsto 230.000 solicitudes para la última semana.

El mercado laboral ha resistido en gran medida, aunque están apareciendo algunas grietas a medida que la Reserva Federal intensifica su campaña de endurecimiento de la política monetaria.

El banco central estadounidense ha subido su tasa desde casi cero a principios de este año hasta el rango actual del 3%-3,25% y las autoridades monetarias han señalado que se avecinan más alzas importantes este año, mientras que la inflación no muestra aún señales de un retroceso sustancial.

El gobierno informó más temprano en el mes que las ofertas de empleo se redujeron en 1,1 millones, el mayor descenso desde abril de 2020, hasta 10,1 millones en el último día de agosto.

Sin embargo, los economistas no esperan que haya despidos generalizados, ya que las empresas se mostraron cautelosas a la hora de prescindir de sus trabajadores tras las dificultades de contratación del año pasado, cuando la pandemia del COVID-19 obligó a muchas personas a abandonar sus puestos de trabajo, en parte debido a la prolongada enfermedad causada por el virus.

El informe de solicitudes mostró que el número de personas que recibe beneficios tras una semana inicial de ayuda, una aproximación a la contratación, aumentó en 21.000, hasta 1,385 millones, en la semana que terminó el 8 de octubre.