El objeto digital que se vendió por 69 millones de dólares y desató una locura
Un simple archivo JPG se convirtió en la tercera obra más cara de un artista vivo subastada. El récord es el símbolo de la revolución de los "Tokens No Fungibles" y el debate sobre el valor en la era digital.
En marzo de 2021, la prestigiosa casa de subastas Christie's vendió un collage digital del artista Mike Winkelmann, conocido como Beeple, por 69.3 millones de dólares. La venta estableció el Récord Guinness para la obra de arte puramente digital (NFT) más cara de la historia. El comprador no recibió un cuadro ni una escultura, sino un archivo digital y un "Token No Fungible" (NFT) que certifica su propiedad en la blockchain.
El evento sacudió el mundo del arte tradicional y consolidó a los NFTs como un nuevo y poderoso actor en el mercado. La obra es un collage de 5.000 imágenes que Beeple creó, una por día, durante más de 13 años.
La revolución del “criptoarte”
El récord de Beeple fue la culminación de una burbuja especulativa alrededor de los NFTs. Estos activos digitales representan la propiedad única de un archivo, lo que resuelve el problema de la "copia infinita" en el mundo digital. Analistas del sector tecnológico explican que la tecnología blockchain permite, por primera vez, crear escasez y autenticidad verificable para los activos digitales. Esto ha dado lugar a un mercado que movió miles de millones de dólares, atrayendo a:
- Artistas digitales: Que encontraron una nueva forma de monetizar su trabajo.
- Inversores y especuladores: Que buscaron altas rentabilidades en un mercado nuevo.
- Marcas y celebridades: Que lanzaron sus propias colecciones de NFTs.
Tras el pico de 2021, el mercado de NFTs sufrió una fuerte corrección, lo que llevó a muchos a calificarlo como una moda pasajera. Sin embargo, expertos en el mercado del arte sostienen que, más allá de la especulación, la tecnología subyacente llegó para quedarse. La idea de la propiedad digital verificable tiene aplicaciones que van mucho más allá del arte, incluyendo bienes raíces virtuales, entradas a eventos y certificados de autenticidad. El récord de Beeple, por tanto, representa un momento histórico: el instante en que el mundo del arte se vio obligado a preguntarse qué es real, qué es valioso y qué significa "poseer" algo en el siglo XXI.