"El rebelde del coronavirus": un pueblo entero en Suiza rechaza la vacuna covid

Son alrededor de 600 personas que se niegan a ser inmunizadas, incluído el alcalde. Profesionales suizos aseguran que los pueblos rurales tienen una mayor tendencia a estar en contra de las vacunas y uno de los motivos es porque creen que "son más para los habitantes afeminados"

BAE Negocios

La resistencia a la inmunización contra el Covid-19 está en todo el mundo. Los movimientos antivacunas han crecido y se han hecho mucho más fuertes a raíz de la pandemia del coronavirus. Suiza no está excenta, al punto que hay todo un pueblo que se niega a ser inoculado

Alpthal está ubicado en el distrito de Schwyz, conocido por ser un punto de pasada del Camino de Santiago. Además de su belleza, por brindar una vista privilegiada de Los Alpes, el pueblo es también conocido por estar compuesto en un 100% por personas que no quieren vacunarse. Es por eso que a sus habitantes los apodaron "los rebeldes del coronavirus". 

Sin embargo, no es una oposición efervescente, sino que hay un desinterés por la inmunización contra el Covid que no genera conflictos: la gente simplemente no acude a los centros de vacunación, a pesar de haber recibido la recomendación de profesionales de la salud. La preocupación recae principalmente en las personas de riesgo. 

"El autobús de vacunación paraba en nuestro pueblo y esperaba durante horas sin que nadie fuera a verlo", comentó el alcalde de la ciudad, Adelbert Inderbitzin. Con respecto a la campaña, un trabajador local consideró que "se están desperdiciando millones" porque el pueblo ya ha "dejado en claro" que no quiere vacunarse.  

 

 

En Suiza el porcentaje de vacunación a penas alcanza el 65%, a pesar de las campañas para alcanzar a las poblaciones más recónditas. El escepticismo con este tema no es novedad, ya que se remonta a la vacuna contra la tuberculosis en el siglo XIX.

Diferencias en la aceptación de la vacuna entre campo y ciudad

Expertos locales aseguran que las personas que viven en zonas urbanas no tienen la misma postura con respecto a las vacunas que quienes viven en áreas rurales. El politólogo de Zúrich Michael Hermann asegura que "el escepticismo científico está más extendido en las áreas rurales y existe la creencia de que las vacunas son más para los habitantes afeminados de la ciudad".

Si bien todo parece consensuado sin opiniones alternas, dentro de la misma masa de la población de Alpthal sí hay diferencias, sólo que se mantienen en secreto. Según explicó el politólogo, hay muchas personas que se vacunaron a escondidas de sus vecinos, en pueblos cercanos.

Hay, entonces, una cuestión de firmeza y orgullo involucrada en el rechazo de la vacuna: "Muchos tienen posiciones estables. Cambiar de opinión de nuevo ahora equivaldría a una especie de desprestigio", consideró Hermann. 

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