Encontraron restos del trasbordador Challenger en el Triángulo de las Bermudas
Un equipo de buzos de History Channel buscaba un avión de la Segunda Guerra Mundial cuando encontró una pieza del trasbordador que explotó en 1986
En las profundidades del Triángulo de las Bermudas, ese lugar tan tenebroso plagado de misterios sin resolver, dos buzos y una cámara de History Channel filmaban el fondo marino. En medio de la oscuridad y la inmensidad del lecho marino, un destello naranja les llamó la atención. Se acercaron con curiosidad y con cautela. "Definitivamente un avión, creo que tenemos que hablar con la NASA", dijo uno de los buzos. Estaba equivocado. Porque, hablando con la NASA, se enteraron de que eso naranja no era una pieza de un avión, sino de un cohete.
El equipo de History Channel encontró este jueves una pieza del mítico transbordador espacial Challenger, que el 20 de enero de 1986 explotó a los 73 segundos de su despegue, llevándose consigo las vidas de siete astronautas y las esperanzas de toda la NASA.
Los funcionarios de la agencia vieron las imágenes y confirmaron que la pieza pertenecía a Challenger, dijo la NASA en un comunicado de prensa el jueves. La agencia no dijo cuándo el equipo de filmación descubrió el fragmento, que estaba sumergido frente a la costa este de Florida cerca de Cabo Cañaveral y permanece en el lecho marino.
What they uncover off the coast of Florida, outside of the Triangle, marks the first discovery of wreckage from the 1986 Space Shuttle Challenger in more than 25 years. Don’t miss the premiere of The Bermuda Triangle: Into Cursed Waters on Tuesday, November 22 at 10/9C. pic.twitter.com/LWUoFXxEnK
— HISTORY (@HISTORY) November 10, 2022Uno de los dos buzos, Mike Barnette, dijo a la AFP que experimentó una verdadera “montaña rusa emocional” cuando se dio cuenta de lo que estaba tocando. “Cuando lo encontramos, fueron muchas emociones diferentes”, recordó el biólogo marino, cuya afición es explorar los restos de naufragios en el fondo del agua. “Estoy acostumbrado a bucear entre restos de naufragios que tienen decenas o incluso cientos de años, ¡pero no una parte del programa espacial!”.
El descubrimiento de la pieza del ChallengerLa pieza del transbordador localizada está parcialmente enterrada. La parte visible mide unos 4,5 metros y “es una de los más grandes jamás encontrados”, dijo a la AFP Mike Ciannilli, empleado de la NASA durante más de 25 años, principalmente en el programa del transbordador espacial.
Por ley, los restos de los transbordadores espaciales pertenecen al gobierno federal, y la NASA está considerando qué hacer con la pieza recién descubierta “que honrará adecuadamente el legado de los astronautas caídos del Challenger y las familias que los amaron”, dijo.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, dijo en un comunicado de prensa el jueves que el accidente del Challenger "todavía se siente como ayer" y siempre será un recordatorio para que la agencia ponga la seguridad en primer lugar.
“Este descubrimiento nos brinda la oportunidad de hacer una pausa una vez más, para elevar los legados de los siete pioneros que perdimos y reflexionar sobre cómo nos cambió esta tragedia”, dijo Nelson. “En la NASA, el valor central de la seguridad es, y debe seguir siendo para siempre, nuestra principal prioridad, especialmente a medida que nuestras misiones exploran más del cosmos que nunca”.
“Mi corazón dio un vuelco, debo decir, y me trajo de regreso a 1986... y a lo que todos pasamos como nación”, dijo a Associated Press Ciannilli, quien supervisa el programa Apollo, Challenger, Columbia Lessons Learned de la agencia.
La NASA estima que recuperó poco menos de la mitad de los escombros del Challenger, aproximadamente 118 toneladas. La mayor parte se encuentra en silos cerrados en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, según AP. Varios fragmentos están en exhibición permanente en el Centro Espacial Kennedy.
Cómo fue la tragedia del ChallengerEl Challenger sufrió una serie de fallos técnicos en los anillos “O”, unas juntas que sellan el cohete de propulsión que proyecta la nave, lo que produjo un escape de gas que perforó el depósito principal y lo envolvió en llamas.
Así, mientras ascendía, el vehículo comenzó a agrietarse en algunos puntos por la presión y se partió. Segundos más tarde, los siete tripulantes cayeron al mar. Abordo de la nave estaban los astronautas Michael Smith, Dick Scobee, Judith Resnik, Ronald McNair, Ellison Onizuka y Gregory Jarvin, y la profesora Christa McAuliffe, que participaba en un nuevo programa educativo de la NASA.
Posteriormente, una investigación reveló que las bajas temperaturas de la mañana del lanzamiento comprometieron el sello de las juntas tóricas en uno de los propulsores de cohetes. Varios empleados expresaron su preocupación después de ver hielo en la torre de lanzamiento, pero los gerentes los rechazaron y autorizaron el lanzamiento del Challenger.