El gobierno español le puso fin el otorgamiento de las ‘golden visa’, los visados de residencia para extranjeros no comunitarios que inviertan más de 500.000 euros en vivienda u otros sectores. El documento ya no será otorgado a partir de hoy, como parte del plan del Gobierno de Pedro Sánchez para bajar la presión sobre el sector de la vivienda.

Justamente Sánchez fue quien en abril del año pasado anunció la eliminación del visado dorado, establecido durante la presidencia del por entonces líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, en 2013. El notorio repunte del otorgamiento de visas doradas de los últimos dos años fue lo que impulsó la decisión gubernamental, informa el medio español elEconomista. 

La eliminación se instrumentó mediante la modificación de la Ley 14/2013, de apoyo a los emprendedores, que estipulaban las condiciones para optar a la 'golden visa'. En ese momento se fijó una disposición transitoria para respetar el visado para aquellos inversores o sus familiares que tuvieran su visa en trámite, cuya vigencia concluye hoy.

Los 'visados dorados' se concedían a a cambio de una inversión inmobiliaria igual o superior a los 500.000 euros, más de dos millones en títulos de deuda pública española o más de un millón en acciones o participaciones sociales de sociedades de capital españolas con actividades en el sector real de la economía. También la podían conseguir los inversores que inyectaran más de un millón de euros en fondos de inversión constituidos en España o en depósitos bancarios en entidades financieras españolas, o quienes crearan un proyecto empresarial que se desarrollara en territorio español y fuera declarado como de interés general.

En total, durante los diez años que duró la emisión de estos documentos, desde 2013 hasta 2023, se concedieron 14.576 visados, informó la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez.

El dato clave, es que el 94% del total de visas doradas concedidas lo fue debido a inversiones en el rubro inmobiliario. Ante el estrés del mercado de la vivienda, Sánchez decidió suprimir estas visas, en la convicción de que la medida contribuiría a relajar la situación al devolver al mercado esa oferta que hasta ahora adquirían los extranjeros 'ricos. Las provincias de Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Palma y Valencia serán las más afectadas por la medida gubernamental.

Fueron ciudadanos chinos los que más tramitaron estos visados de residencia, seguidos de inversores de nacionalidad rusa, británica, estadounidense y ucraniana, aunque hubo una fuerte incidencia de ciudadanos colombianos, mexicanos y venezolanos.