Los países europeos deben permitir la inmigración económica, si quieren superar el reto del envejecimiento de la población y mejorar el crecimiento de forma duradera. Así lo consideró Fabio Panetta, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE). Estas declaraciones llegan en un momento en el que la política migratoria está en el centro del debate público en el bloque.

"Las medidas que favorecen la afluencia de trabajadores legales extranjeros constituyen una respuesta racional desde el punto de vista económico", dijo Panetta, que también es gobernador del Banco de Italia. "La entrada de inmigrantes regulares debe gestionarse de forma coordinada dentro de la Unión Europea, equilibrando las necesidades productivas con el equilibrio social y reforzando la integración de los ciudadanos extranjeros en el sistema educativo y el mercado laboral", agregó el banquero.

Sus declaraciones durante un discurso en Rímini (Italia) se producen en medio de la fuerte polémica interna en el seno de la coalición de gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni, sobre quién tiene derecho a convertirse en ciudadano italiano. La semana pasada, la derechista Liga de Matteo Salvini atacó a Forza Italia, un partido de coalición más centrista fundado por el difunto Silvio Berlusconi, por apoyar una medida promovida por la oposición, para permitir la naturalización de los no ciudadanos que hayan completado la mayor parte de su educación en el país.

Panetta remarcó que Italia es uno de los eslabones más débiles de Europa desde el punto de vista económico, y que allí se encuentran "muchas de las debilidades estructurales de la UE". Esto hace que sea esencial actuar en áreas como la competencia, la productividad, mayores niveles de empleo para jóvenes y mujeres y "políticas migratorias adecuadas", informa el medio español elEconomista.es.