En un movimiento inesperado, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha decidido indultar a 31 ciudadanos ucranianos que se encontraban encarcelados en su país.

Este gesto, calificado como un acto de "buena voluntad", se produce en el marco de las negociaciones con Estados Unidos, lideradas por el presidente Donald Trump. La liberación de estos prisioneros es vista como un intento de acercar relaciones entre Minsk y Washington, en un momento crítico para la región debido al conflicto en Ucrania.

La jefa de Prensa de Lukashenko, Natalya Eismont, anunció la medida en una rueda de prensa, destacando que la decisión se tomó en cumplimiento de los acuerdos alcanzados entre ambos mandatarios.

Según Eismont, la liberación de los ucranianos responde a una petición de la parte ucraniana y busca crear condiciones favorables para la resolución del conflicto armado en el país vecino. Este gesto humanitario podría ser un paso significativo hacia la normalización de las relaciones bilaterales.

Por su parte, el representante estadounidense, John Coale, ha revelado que la administración de Trump está interesada en mejorar las relaciones con Bielorrusia.

Como parte de este esfuerzo, Washington ha ofrecido retirar las sanciones impuestas sobre la aerolínea estatal Belavia y reabrir su embajada en Minsk.

Este desarrollo podría marcar un cambio en la dinámica geopolítica de la región, con potenciales implicaciones para el conflicto en Ucrania y las relaciones entre Estados Unidos y Bielorrusia.