La Fiscalía General (AGU) de Brasil y el Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio) presentaron ante el Tribunal Federal de Pará una demanda, para cobrar una compensación económica por los daños climáticos.

La acción busca una compensación de R$ 635 millones por la actividad de ganadería ilegal en el Bosque Nacional Jamanxim, una unidad de conservación ubicada en la Amazonia. Es la primera acción por daño climático interpuesta por el ICMBio y la AGU, informa la Agencia Brasil.

De acuerdo con ambas oficinas, el denominado daño social involucra daños por deforestación, quemas ilegales, aplicación de pesticidas, destrucción de áreas de preservación permanente y el impedimento de la regeneración del área degradada. En la acción, los órganos solicitaron al Juzgado que la zona fuera desalojada en un plazo de 30 días.  

Durante la inspección, agentes del ICMBio capturaron alrededor de 3 mil cabezas de ganado en las zonas deforestadas. Los animales no fueron registrados en la vigilancia agrícola de Pará. Las granjas irregulares fueron multadas y embargadas por el instituto.

Durante el acto de presentación de la acción, el fiscal general de la Unión, Jorge Messias, garantizó que el gobierno federal será estricto en el castigo de los delitos ambientales. “El gobierno federal tendrá tolerancia cero contra los infractores ambientales. No toleraremos, de ninguna manera, ningún tipo de infracción ambiental, especialmente en las áreas de conservación y preservación”, afirmó.

El cálculo de los daños se evaluó en función del costo social de las emisiones de gases de efecto invernadero en la zona dañada. Se estima que se emitieron 1.139.075 toneladas de carbono en las 7.075 hectáreas dañadas de la unidad de conservación.