ANIVERSARIO

Hiroshima y Nagasaki, 80 años después: el estallido que cambió al mundo para siempre

A 80 años del bombardeo atómico, el mundo recuerda el día en que la guerra desató su arma más letal y cambió la historia para siempre

BAE Negocios

Se cumplen 80 años del bombardeo atómico a Hiroshima y Nagasaki, uno de los episodios más brutales y decisivos del siglo XX. En plena Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos lanzó dos bombas nucleares sobre Japón que dejaron un saldo de más de 200 mil muertos y marcaron el inicio de la era atómica. La historia se partió en dos, con consecuencias que aún resuenan.

Todo comenzó el 6 de agosto de 1945 a las 8:15 de la mañana, cuando un avión B-29 estadounidense llamado Enola Gay arrojó la bomba "Little Boy" sobre Hiroshima, una ciudad de más de 300 mil habitantes. Tres días después, el 9 de agosto, la ciudad de Nagasaki sufrió el segundo ataque, con la bomba "Fat Man"

El reloj de la catedral de Urakami, en Nagasaki, se detuvo para siempre a las 11:02 del 9 de agosto de 1945. Aún se conserva como una pieza silenciosa de lo que ocurrió ese día.

Ambas eran armas nucleares desarrolladas en el marco del Proyecto Manhattan, un programa ultrasecreto de Estados Unidos que reunió a algunos de los físicos más brillantes del mundo, como Robert Oppenheimer.

Las consecuencias fueron inmediatas y devastadoras. Hiroshima quedó reducida a escombros en segundos. Se calcula que unas 140.000 personas murieron en Hiroshima y otras 70.000 en Nagasaki, muchas en el acto, y otras por la radiación, las quemaduras y enfermedades derivadas. Fueron los únicos bombardeos nucleares realizados en un conflicto bélico. El 15 de agosto, Japón anunció su rendición incondicional. La guerra más destructiva de la historia había terminado.

¿Por qué lo hicieron? 

El gobierno de Harry Truman justificó la decisión como una forma de forzar la rendición japonesa sin tener que invadir el país, lo que hubiera costado cientos de miles de vidas más. Pero el debate ético sigue hasta hoy: ¿era necesario? ¿O fue una advertencia al mundo, y especialmente a la Unión Soviética, del nuevo poder militar de Estados Unidos?

A 80 años, Hiroshima y Nagasaki son símbolos de paz. Las ciudades se reconstruyeron, pero mantienen viva la memoria con museos, memoriales y testimonios de hibakushas (los sobrevivientes). En Japón, cada año se realiza una ceremonia con una campana que suena exactamente a la hora del bombardeo.

 

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