Una lluvia de misiles balísticos lanzados por Irán impactó esta madrugada en la ciudad israelí de Beersheba y dejó un saldo trágico de cuatro muertos y al menos ocho heridos. El ataque se produjo minutos después del vencimiento del primer tramo del alto el fuego de 12 horas impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El bombardeo afectó un edificio residencial, destruyéndolo por completo y generando daños en varias manzanas a la redonda. Equipos de emergencia del Magen David Adom actuaron de inmediato para evacuar a los heridos, mientras que las sirenas antiaéreas instaban a la población a buscar refugio. El Ejército israelí recomendó mantenerse cerca de las zonas seguras ante posibles nuevos ataques.

Esta nueva fase del enfrentamiento podría derivar en una guerra regional más amplia, dada la participación activa de Estados Unidos e Irán y la posibilidad de que otros actores se involucren.

Desde Teherán, el canciller Abás Araqchí negó que existiera un acuerdo formal de alto el fuego. Aclaró que una eventual pausa solo sería posible si Israel cesaba “completamente su agresión” antes de las 04:00 (hora local). Por su parte, el gobierno israelí no confirmó oficialmente la existencia de la tregua y evitó dar detalles sobre eventuales represalias tras la ofensiva.

El episodio se da en un contexto de creciente tensión regional. A menos de 24 horas del ataque a Beersheba, Irán había lanzado 19 misiles contra la base aérea estadounidense de Al Udeid, en Qatar, aunque sin provocar víctimas. Según fuentes oficiales, ese bombardeo fue una represalia por la ofensiva de Washington contra instalaciones nucleares iraníes el fin de semana.

La escalada bélica pone en duda el intento de pacificación anunciado por Trump, quien había bautizado la iniciativa como “la Guerra de los 12 días”. Aunque la Casa Blanca continúa en contacto con Jerusalén y Teherán para reencauzar el proceso, la fragilidad del alto el fuego quedó en evidencia con la violencia de las últimas horas.

Medios internacionales destacaron el impacto del ataque en la vida cotidiana de los habitantes de Beersheba, una ciudad del sur de Israel habitualmente fuera del eje del conflicto. Las autoridades locales confirmaron que varias escuelas permanecerán cerradas y que se reforzó la presencia de tropas en la zona.