Novo Nordisk protagonizó este martes la mayor caída bursátil de su historia reciente. Sus acciones se desplomaron hasta un 30% tras recortar las previsiones de ventas y beneficios anuales, en un escenario marcado por la desaceleración del mercado estadounidense para sus tratamientos estrella contra la obesidad: Ozempic y Wegovy.

En apenas unas horas, la farmacéutica danesa perdió más de USD 90.000 millones en capitalización bursátil, quedando por debajo de los USD 250.000 millones. La caída llegó al 29,8% antes de la apertura de Wall Street y luego se estabilizó en torno al 22%. El desplome supera el registrado en abril de 2002, cuando el retroceso alcanzó el 19%, y se acerca al récord negativo de octubre de 1984.

Previsiones recortadas y advertencias por “copycats”

La compañía explicó que la baja en sus expectativas se debe a una combinación de factores adversos: una expansión del mercado estadounidense más lenta de lo previsto, la persistente competencia de medicamentos compuestos y una menor penetración de Wegovy en nuevos mercados.

De esta manera, Novo Nordisk redujo su proyección de crecimiento anual de ventas a un rango de entre 8% y 14%, frente al 13%–21% estimado previamente. También rebajó la estimación de crecimiento del beneficio operativo a entre 10% y 16%, lejos del rango anterior del 16% al 24%.

En su comunicado, la firma apuntó contra la venta continua de medicamentos compuestos, a los que calificó como “inseguros e ilegales”. Se trata de versiones no autorizadas de sus tratamientos, elaboradas por farmacias a partir de ingredientes activos. A pesar de que la FDA anunció en abril que actuaría contra su distribución, la danesa advirtió que siguen en circulación.

“Novo Nordisk está profundamente preocupada”, afirmó la empresa, y reclamó “intervención agresiva” de los reguladores estatales y federales para evitar que pacientes sean expuestos a “riesgos significativos por medicamentos falsificados”.

Tensión en la cúpula y cambio de CEO

La caída en los mercados coincidió con el anuncio del nuevo presidente y CEO de la firma. Maziar Mike Doustdar, hasta ahora vicepresidente ejecutivo de Operaciones Internacionales, asumirá el cargo el próximo 7 de agosto, en reemplazo de Lars Fruergaard Jorgensen, desplazado en mayo.

“Este es un momento importante para Novo Nordisk”, expresó Helge Lund, presidente de la empresa. “El mercado se está desarrollando rápidamente y la compañía necesita abordar los recientes desafíos con rapidez y ambición”, agregó.

Doustdar, por su parte, no evitó referirse a la situación bursátil: “No me gusta, ni como empleado, ni como CEO designado, ni como accionista”, afirmó en una conferencia con periodistas. Y concluyó: “Reafirma aún más la urgencia de actuar sobre el mandato que se me ha encomendado”.

Un cambio de rumbo tras un año de retroceso

Novo Nordisk ha perdido el liderazgo entre las principales compañías europeas. Su cotización cayó 44% en lo que va del año. Cedió su lugar frente a LVMH primero y luego a SAP, y enfrenta desafíos cada vez mayores en el competitivo mercado de los fármacos GLP-1 para el tratamiento de la obesidad.

Aunque las ventas globales de la compañía crecieron un 18% en el primer semestre y el beneficio operativo subió 29%, Novo Nordisk anticipó una desaceleración para la segunda mitad del año. El futuro inmediato dependerá, entre otras cosas, del impacto de las regulaciones sobre los compuestos ilegales y de la capacidad de la nueva dirección para reposicionar su liderazgo en el sector.