La inflación británica cae a su menor nivel en 18 meses en agosto
El inesperado dato alienta las especulaciones de que el Banco de Inglaterra disponga una pausa en su política de suba de tasas
La alta tasa de inflación británica se ralentizó en agosto, lo que abrió la probabilidad de que el Banco de Inglaterra, en su reunión de mañana, ponga en pausa su larga racha de subas de tasas de interés.
La libra cayó y los inversores ven casi un 50% de posibilidades de que el Banco de Inglaterra mantenga los tipos de interés en su reunión de septiembre, después de que el índice de precios al consumo cayó en agosto a su nivel más bajo en 18 meses, un 6,7 por ciento.
Las medidas subyacentes de la inflación se debilitaron aún más, abriendo la posibilidad de que el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, y sus colegas del Comité de Política Monetaria (CPM) mantengan las tasas, después de 14 aumentos consecutivos desde diciembre de 2021.
"La gran sorpresa a la baja de la inflación subyacente es un imprevisto de importancia para el Banco de Inglaterra", dijo Chris Hare, economista de HSBC.
El fuerte crecimiento de los salarios en los últimos datos significa que una suba de tasas sigue siendo el resultado más probable, pero "los datos de hoy aumentan la posibilidad de que el CPM se mantenga a la espera", dijo.
La desaceleración de la inflación se debió a la caída de los precios de los hoteles y los pasajes aéreos, y a que los precios de los alimentos subieron menos que hace un año, según la Oficina Nacional de Estadística.
Todo ello compensó la suba de los precios mundiales del combustible y el aumento de un impuesto sobre las bebidas alcohólicas.
Vigilancia
La tasa de inflación británica bajó desde una cota superior al 11% en octubre del año pasado, pero incluso después de la última caída sigue siendo una de las más altas de Europa Occidental, sólo superada por Austria e Islandia en agosto.
Sin embargo, la inflación subyacente -que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía- cayó bruscamente, al 6,2% desde el 6,9% de julio.
La inflación del sector servicios, también muy vigilada por el Banco de Inglaterra, también perdió algo de fuelle y se ralentizó, al 6,8% desde el 7,4%.
El Banco de Inglaterra declaró el mes pasado que esperaba que la inflación aumentara en agosto hasta el 7,1%, antes de caer bruscamente hasta alrededor del 5% en octubre, lo que supondría más del doble de su objetivo del 2 por ciento.