La recuperación económica brasileña es "decepcionante", dice Moodys

La calificadora cree que si las reformas tienen éxito impactarían positivamente en el crecimiento

BAE Negocios

La agencia de clasificación de riesgo Moodys aseguró que la recuperación económica de Brasil es débil y que sigue por debajo de las expectativas.

"Es improbable que el perfil de crédito de Brasil tenga una mejora expresiva en los próximos años", afirmó la agencia en un informe firmado por Samar Maziad.

El informe resalta que el repunte económico brasileño está siendo decepcionante por muchos factores, incluyendo impedimentos duraderos al crecimiento, que la administración del presidente Jair Bolsonaro intenta resolver con reformas estructurales.

Para Moodys, el Producto Bruto Interior (PBI) de Brasil este año crecerá un 0,9%, una proyección ligeramente superior a la del mercado financiero, que calcula que será alrededor del 0,80%.

Para Moody’s, el Producto Bruto Interior (PBI) de Brasil este año crecerá un 0,9%

Ya en 2020, la agencia de clasificación de riesgo espera que el crecimiento de la economía brasileña sea del 2%, también más optimista que parte del mercado, que ve una expansión económica menor el año que viene.

Según el informe, un fracaso en el aumento del crecimiento puede tener un impacto negativo sobre la capacidad de entregar una estabilización en el crecimiento de la deuda.

"Un crecimiento económico mayor tendría un impacto mayor sobre la reducción de la deuda que la reducción de la tasa de interés. La persistencia del débil crecimiento económico limitará un potencial de alza en el perfil del crédito de Brasil", resaltó Moodys.

Según la agencia, la agenda de reformas del Gobierno de Bolsonaro, si se implementa con éxito, puede elevar la estimación de crecimiento de la economía brasileña por encima de un intervalo del 2% al 2,5%.

Moodys considera que las reformas que tiene que hacer Brasil están basadas en tres pilares: cambios en el sector del crédito, la reforma tributaria y más privatizaciones y concesiones.

Según la agencia, en los años de crecimiento económico más fuerte de Brasil, entre 2007 y 2011, tal expansión también quedó limitada por ineficiencias estructurales, como el bajo nivel de ahorro, deficiencias de infraestructura, productividad estancada y problemas regulatorios y de tributación.

La semana pasada, Bolsonaro sancionó una norma de libertad económica, que reduce la burocracia en las actividades económicas y, según el Gobierno, facilitará la apertura y operación de las empresas.

El texto, aprobado en agosto pasado en sesión plenaria del Senado brasileño, busca facilitar la actuación del sector privado, al establecer garantías para el libre mercado, contemplando la exención de permisos y licencias para la creación de empresas.

La semana pasada, Bolsonaro sancionó una norma de libertad económica

Entre otros puntos, determina que el registro de entrada y salida en el trabajo solo será obligatorio para empresas con más de 20 empleados, así como que las sucursales bancarias podrán operar los sábados, preservando al mismo tiempo los derechos laborales.

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