GUERRA COMERCIAL

La UE aplicará aranceles de hasta 38% a la importación de vehículos eléctricos chinos

Los gravámenes inician en 17,4% y culminan en 38,1%, y afectarán a varias compañías chinas, pero no a los coches que se fabriquen en territorio europeo

BAE Negocios

La Comisión Europea (CE) comunicó a China su intención de imponer un arancel de hasta el 38,1% a la importación de vehículos eléctricos, por considerar que la subvención de sus baterías daña a los productores europeos.

El Ejecutivo comunitario basó su decisión en los resultados preliminares de una investigación que inició el pasado mes de octubre, para averiguar hasta qué punto la penetración de vehículos eléctricos del gigante asiático en el mercado comunitario afectaba a los fabricantes europeos.

Los especialistas europeos llegaron a la conclusión de que la cadena de suministro de vehículos eléctricos se "beneficia, en gran medida de subvenciones injustas en China", lo que "presenta una amenaza claramente previsible e inminente a la industria de la Unión Europea (UE)".

En base a esos resultados, se anunció la intención de las autoridades del bloque de imponer un arancel del 17,4% al fabricante BYD; del 20% a Geely y del 38,1% a SAIC, las tres empresas que la Comisión incluyó en la investigación

 

Tesla

También pretende imponer un impuesto del 21% a los fabricantes chinos que cooperaron en la investigación, pero que no estuvieron incluidos, y del 38,1% a las que no colaboraron. Las tasas no afectarían a la producción de vehículos eléctricos de esas empresas en plantas situadas en la UE, por considerar que esos coches no son importados.

Además, Bruselas anticipó que la empresa estadounidense Tesla podría recibir un arancel calculado de forma individual, tras la petición de uno de los fabricantes chinos.

Los aranceles deberían entrar en vigencia de forma provisional, a más tardar el próximo 4 de julio y, de forma definitiva en noviembre.

La medida, además, requiere la aprobación de los Estados miembros, entre los que Francia lidera a los países que quieren implantarla, mientras que Alemania abandera la oposición y entretanto, la Comisión quiere seguir negociando con Beijing una solución. 

El Ministerio de Comercio de China urgió al Ejecutivo comunitario a corregir de inmediato sus "prácticas erróneas" y abordar adecuadamente las fricciones económicas y comerciales a través del diálogo y la consulta.

 

Competitividad

Las autoridades chinas criticaron duramente la decisión de Bruselas por su “falta de base fáctica y legal”, ignorando la competitividad abierta como ventaja de los vehículos eléctricos chinos y las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El gobierno chino aseguró en un comunicado que la decisión de la Comisión Europea es "infundada y proteccionista".

Señaló también que la industria china de vehículos eléctricos se siente “decepcionada y se opone firmemente” a esta medida, que consideran un ataque a la competencia justa y al desarrollo verde. 

Tras el anuncio de la Comisión, la Asociación Europea de Proveedores de Automoción (CLEPA) señaló que el mercado automovilístico de China representa un tercio de la industria mundial, y muchos proveedores europeos proporcionan componentes y sistemas a fabricantes de automóviles tanto internacionales como chinos.

 

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