Legisladores estadounidenses renuncian a cobrar sus dietas
Lo harán mientras dura el cierre del gobierno, que afecta a dos millones de empleados federales en todo el país.
Varios legisladores demócratas y republicanos anunciaron que renunciarán voluntariamente a sus dietas mientras dure el cierre de gobierno en Estados Unidos, que transcurre hasta el momento sin perspectivas de acuerdo para aprobar nuevos fondos federales.
Algunos legisladores donarán sus ingresos a causas humanitarias y otros pidieron que sus pagos sean retenidos hasta el fin de la paralización estatal, aseguran medios locales.
Al menos 900 mil trabajadores federales fueron suspendidos de sus labores mientras que otros 700 mil trabajan sin cobrar salario desde el miércoles 1 de octubre, después de que el Senado fallara en aprobar una propuesta presupuestaria antes del comienzo del año fiscal.
Servicios esenciales como los controladores aéreos y el personal de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), la Seguridad Social, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) continuarán funcionando.
Entre quieres anunciaron que no cobrarán o diferirán el cobro de sus salarios están la senadora republicana Ashley Moody y los representantes Mariannette Miller-Meeks, Mike Lawler y John James.
Por el lado de los demócratas, se cuentan el senador Andy Kim y los representantes Josh Gottheimer, Nellie Pou y Mikie Sherrill, entre otros. Si un cierre obliga a los militares y veteranos a no recibir su salario, los miembros del Congreso no deberían cobrar", dijo Miller-Meeks en un comunicado.
Despidos
Según registros públicos, la mayoría de los miembros del Congreso estadounidense ganan 174 mil dólares anuales, una cifra que se eleva en el caso de los legisladores en cargos de liderazgo.
Republicanos y demócratas se culpan unos a otros de la paralización federal, la primera en siete años.
Por su parte, el presidente, Donald Trump, amenazó con aprovechar la situación para continuar reduciendo el tamaño del gobierno federal y ordenar despidos masivos de funcionarios clasificados como no esenciales si el cierre estatal se prolonga.