El comandante de las Fuerzas Armadas de los talibán, Fasiudín Fitrat, ha respondido con firmeza a las recientes amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respecto a la base aérea de Bagram. En un acto televisado, Fitrat declaró que "no nos da miedo ningún matón o agresor", en clara alusión a las advertencias de Trump. Este último había utilizado su red Truth Social para advertir que si los talibán no "devuelven" la base a Estados Unidos, "van a suceder cosas malas".

La base de Bagram, construida por la Unión Soviética en los años cincuenta, se convirtió en un símbolo de la presencia militar extranjera en Afganistán tras ser controlada y expandida por Estados Unidos después de la caída de los talibán en 2001. Actualmente, la base sirve como un punto de exhibición de los equipos occidentales dejados atrás durante la retirada de agosto de 2021. Trump ha criticado repetidamente a su predecesor, Joe Biden, por la gestión de este repliegue.

Fitrat enfatizó que Afganistán es un país completamente independiente, gobernado por su propio pueblo y no dependiente de ninguna potencia extranjera. Esta declaración subraya la postura desafiante del régimen talibán frente a las presiones internacionales. La situación en Bagram sigue siendo un punto de tensión, reflejando las complejas relaciones entre Afganistán y Estados Unidos, especialmente en el contexto de la retirada militar y las críticas internas en Estados Unidos sobre cómo se manejó el proceso.