El Gobierno Talibán impone restricciones adicionales en Afganistán y ordena el cierre de salones de belleza y peluquerías. Esta medida, anunciada por el portavoz del Ministerio de la Prevención del Vicio y Promoción de la Virtud, representa la más reciente restricción impuesta a las mujeres en el país, pero no es la única.

 

Talibanes prohíben los salones de belleza y peluquerías 

Según la nueva disposición, los negocios de belleza y peluquerías para mujeres tienen un plazo de un mes para acatar esta nueva normativa, a partir del 2 de julio, fecha en la que se les comunicó la decisión.

El cierre de los negocios implica una limitación significativa para las mujeres afganas, quienes ahora se enfrentan a la dificultad de acceder a servicios de belleza y cuidado personal. Esta medida se suma a una serie de restricciones impuestas por el Gobierno Talibán desde su regreso al poder, generando preocupación en la comunidad internacional sobre el respeto a los derechos humanos en Afganistán.

 

Prohibiciones a las mujeres afganas 

Los talibanes imponen una serie de restricciones a las mujeres en Afganistán, que incluyen la prohibición de asistir a clases, gimnasios y parques, así como de trabajar para Naciones Unidas. Además, se decretó que las mujeres deben vestir de manera que solo se les vean los ojos y que deben estar acompañadas por un familiar masculino si viajan a una distancia de más de 72 km.

Estas restricciones continúan a pesar de la condena internacional y las protestas llevadas a cabo por mujeres y activistas que defienden sus derechos. La comunidad internacional expresó su preocupación ante estas medidas que limitan la libertad y los derechos de las mujeres en Afganistán.

 

¿Qué pasa con los derechos humanos?

Durante el anterior régimen del Gobierno Talibán, que duró de 1996 a 2001, se impusieron una serie de medidas que incluían el cierre de los salones de belleza en Afganistán. Sin embargo, después de la invasión liderada por Estados Unidos, algunos de estos establecimientos fueron reabiertos en años posteriores.

A pesar de estar abiertos, los salones de belleza para mujeres operaban con ciertas restricciones. Las ventanas solían estar cubiertas y las imágenes de mujeres en los escaparates eran ocultadas con pintura para proteger sus identidades.

La reciente orden de cierre por parte de los talibanes generó gran preocupación entre las mujeres afganas. Una mujer, que prefirió mantenerse en el anonimato, expresó su indignación a la BBC, afirmando que "el Talibán está privando a las mujeres de sus derechos humanos básicos y está eliminando su presencia en la vida pública. La decisión de cerrar los salones de belleza es percibida como un intento más del grupo de controlar y restringir la libertad de las mujeres". 

Estas declaraciones ponen de manifiesto el impacto negativo que estas medidas tienen en las mujeres afganas y cómo se sienten privadas de la oportunidad de servir y colaborar entre ellas. La preocupación crece, ya que parece que el Talibán está enfocando sus esfuerzos en controlar y limitar los cuerpos y las vidas de las mujeres afganas.

 

Gobierno Talibán y derechos a las mujeres 

El gobierno del Talibán no proporcionó una explicación oficial sobre las razones detrás de la imposición de esta nueva restricción que ordena el cierre de los salones de belleza y peluquerías para las mujeres. Tampoco se dio a conocer qué alternativas u opciones tendrán las mujeres una vez que estos establecimientos cierren.

 

Una mujer afgana, quien solicitó mantener su identidad en secreto, compartió que sus amigas confirmaron el cierre de los salones de belleza en Kabul y otras áreas. Esta noticia generó un impacto significativo en las mujeres afganas, quienes se enfrentan a una nueva limitación en su acceso a servicios de belleza y cuidado personal.

La incertidumbre sobre las razones y las consecuencias de esta medida impuesta por el Talibán generó inquietud y preocupación entre las mujeres en Afganistán. La falta de información clara deja a las mujeres en una situación de incertidumbre sobre cómo esto afectará sus vidas cotidianas.