La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, celebró la reducción histórica de la pobreza alcanzada durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), que permitió que 13,4 millones de personas dejaran de ser pobres en apenas seis años. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la pobreza pasó del 41,9% de la población en 2018 al 29,6% en 2024, lo que implica que el número de personas en esta condición cayó de 51,9 a 38,5 millones.

“Es una hazaña de la Cuarta Transformación. Demuestra que el modelo funciona porque redujo la pobreza y la desigualdad, logrando una mayor distribución de la riqueza”, afirmó la mandataria en conferencia de prensa. Sheinbaum atribuyó este logro al aumento sostenido del salario mínimo, la expansión de los programas de bienestar y el acceso garantizado a derechos básicos. “Hay que estar muy orgullosos como mexicanas y mexicanos”, remarcó.

La presidenta consideró que este resultado confirma la esencia del proyecto político iniciado por López Obrador y que ella continúa, conocido como “humanismo mexicano”. Este enfoque, dijo, coloca la justicia social en el centro de la gestión pública. “Un proyecto humanista se demuestra en esto: en la reducción de la pobreza. Vamos a seguir avanzando, aunque todavía un 30% de la población vive en pobreza y es uno de los principales desafíos de mi gobierno”, admitió.

Sheinbaum recordó que, durante la pandemia de coronavirus, la economía mexicana sufrió una fuerte contracción y sectores opositores reclamaron endeudar al país, cancelar programas sociales y priorizar el rescate a empresarios. López Obrador rechazó esa vía y optó por mantener las transferencias directas y el gasto social. “En poco tiempo demostró que tenía razón: el país se recuperó, no hubo inflación y se multiplicaron las inversiones, con reconocimiento internacional”, señaló.

De acuerdo con la mandataria, estos resultados ratifican que el programa de gobierno del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se basa en garantizar el bienestar para toda la población. “Bienestar significa que ningún mexicano viva en pobreza. Después de 36 años de neoliberalismo, que generó más pobres en el país, este avance es extraordinario”, subrayó.

Los datos del Inegi respaldan la visión oficial: en seis años, México no solo redujo la proporción de pobres, sino que también achicó la brecha de desigualdad. El reto, según Sheinbaum, es consolidar esta tendencia para que el crecimiento económico llegue a todos los sectores y se mantenga la expansión de los derechos sociales. “Es una meta ambiciosa, pero hemos demostrado que el modelo funciona y vamos a sostenerlo”, concluyó.