Microplásticos, otra pandemia silenciosa que afecta a todos
Estudios recientes descubrieron la presencia de partículas plásticas, que ya están en todos los océanos y también en el aire, en pulmones de personas muertas
Mientras poco a poco la amenaza de la covid-19 parece ir quedando atrás, y el alza de los precios y la inflación se vuelven un problema global, otra pandemia silenciosa avanza y requerirá esfuerzos internacionales para ser erradicada: la de los microplásticos.
Y es que mientras la ONG WWF (siglas en inglés para Fondo Mundial para la Naturaleza) hace un urgente llamado a los países y a la Asamblea Ambiental de las Naciones Unidas (UNEA) a aprobar un Tratado Global de los Océanos para evitar que la contaminación por plásticos en los mares se cuadriplique de aquí a 2050, un equipo de científicos británicos confirmó en un estudio la presencia de microplásticos no solo en el ambiente, sino también en el cuerpo humano.
Una de las cosas que llamó la atención fue en qué parte del pulmón había presencia de microplásticos. "No esperábamos encontrar la mayor cantidad de partículas en las partes más bajas de los pulmones o fragmentos del tamaño que encontramos", afirmó la autora principal del estudio, Laura Sadofsky.
"Es sorprendente, puesto que las vías respiratorias son más pequeñas en las partes más bajas del pulmón, por lo que pensábamos que partículas de estos tamaños serían filtradas o atrapadas antes de llegar a tal profundidad", aseveró la investigadora de la escuela de medicina británica Hull York.
Ya en un estudio de 2021 se había comprobado la presencia de estos pequeños fragmentos de plástico en los pulmones de personas, aunque estas muestras salieron de autopsias.
En marzo de este año se publicó una investigación que probó que los microplásticos también se encuentran en el torrente sanguíneo y que, así, pueden viajar y alojarse en cualquier parte del organismo.
Materiales de uso diario
Las pruebas se realizaron a partir de tejidos del pulmón extraídos de 13 pacientes que se sometieron a cirugías. En 11 de las muestras había microplásticos. Estas pequeñas partículas de plástico eran, en su mayoría, polipropileno y PET, materiales relacionados principalmente con envases, botellas, ropa, cuerdas o telas. Y es que aunque no nos demos cuenta y pueda resultar difícil de creer, comemos y bebemos microplásticos cada día hasta un total de cinco gramos a las semana, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito, según un estudio paralelo de la Universidad de Medicina de Viena, citado por El Sol de México.
Se calcula que el consumo anual de microplásticos de un humano medio oscila entre 74.000 y 121.000 partículas por año. Recientemente, se detectaron por primera vez estas partículas en la sangre humana, y también se averiguó el impacto que producen en la microbiota intestinal, donde reducen la cantidad de bacterias buenas, pudiendo alterar el equilibrio de la flora.
Cada año se vierten al océano unos 10 millones de toneladas de plástico.
En tanto, un estudio coordinado por la ONG 'Impactos de la contaminación por plásticos en los océanos, sobre las especies marinas, la biodiversidad y los ecosistemas' afirma que el Mediterráneo, el este de China y el mar Amarillo y el hielo marino del Ártico serán puntos críticos de contaminación, zonas que ya superan el umbral ecológicamente peligroso de concentraciones de microplásticos.
De hecho, añade que los impactos negativos ya son detectables en la mayoría de los grupos de especies, mientras que la productividad de varios de los ecosistemas marinos más importantes del mundo, como los arrecifes de coral y los manglares, están bajo un riesgo significativo.
El trabajo revisa más de 2.500 estudios y analiza el impacto y la escala de la contaminación por plásticos en las especies y ecosistemas oceánicos y estima que esta se cuadruplicará al 2050, que en muchas áreas se producirán riesgos ecológicos significativos que perjudicarán los esfuerzos actuales para proteger y aumentar la biodiversidad si no se toman medidas.
A final de siglo, según la investigación, áreas marinas de más de 2,5 veces el tamaño de Groenlandia podrían exceder los umbrales ecológicamente peligrosos de concentración de microplásticos, ya que la cantidad de microplásticos marinos podría aumentar 50 veces para entonces. Estos datos se basan en las proyecciones que calculan que la producción de plástico se duplicará para 2040, desechos que para 2050 se estima se cuadruplicarán.
El trabajo, realizado por Alfred Wegener Institute Helmholtz Centre for Polar and Marine Research y coordinado por WWF señala que en varias regiones del mundo habrá concentraciones de microplásticos por encima de un nivel umbral de 1,21 x 105 por metro cúbico. Este umbral, por encima del cual es probable que se produzcan riesgos ecológicos significativos, ya se ha alcanzado en ciertos puntos críticos de contaminación como el Mediterráneo, el este de China y el mar Amarillo y el hielo marino del Ártico.
Sin vuelta atrás
El responsable del programa marino de WWF, José Luis García Varas, ha destacado que toda la evidencia sugiere que la contaminación por plásticos del océano es irreversible, porque una vez distribuidos en el océano, estos desechos son "casi imposibles de recuperar".
"Se degradan constantemente y, por lo tanto, la concentración de micro y nanoplásticos continuará aumentando durante décadas. Atacar las causas de la contaminación por plásticos es mucho más efectivo que limpiar después. Si los gobiernos, la industria y la sociedad actúan unánimemente ahora, todavía pueden limitar la crisis del plástico", advierte.
La doctora en biología marina del Alfred Wegener Institute Helmholtz Centre for Polar and Marine Research, Melanie Bergmann, expuso que la investigación actúa como "una linterna" con la que lanzamos "rayos de luz a la oscuridad de los océanos".
"Solo una fracción de los efectos se han registrado e investigado, pero los efectos documentados causados por el plástico son preocupantes y deben entenderse como una señal de advertencia para una escala mucho mayor, especialmente con el crecimiento actual y proyectado en la producción de plástico", subraya.
Tratado global
La ONG considera que la amenaza generalizada y creciente para la vida oceánica solo puede abordarse con una solución global y sistémica eficiente, que los países pueden abordar mediante la adopción de un tratado global, que podría discutirse en la próxima Conferencia de la ONU sobre los océanos, que tendrá lugar del 25 de junio al 1 de julio en Lisboa, capital de Portugal.
WWF señala que más de 100 empresas, 700 organizaciones y 156 países han respaldado la aprobación de un tratado jurídicamente vinculante porque, la contaminación por plásticos sin control se convertirá en un factor que contribuirá a la sexta extinción masiva en curso, lo que conducirá al colapso generalizado de los ecosistemas y a la transgresión de los límites planetarios seguros.
"La salida de nuestra crisis del plástico es que los países acuerden un tratado vinculante a nivel mundial que aborde todas las etapas del ciclo de vida de este material y que nos ponga en el camino para poner fin a la contaminación marina por plásticos para 2030", concluye García Varas.