Brasil no debería apresurarse a recortar las tasas de interés desde el 13,75%, máximo del ciclo actual, ya que las expectativas de inflación siguen desancladas, declaró el director del Banco Central, Renato Dias Gomes, al diario O Estado de S. Paulo.

"Un alivio monetario precipitado podría acarrear altos costos para el país en el futuro", dijo Gomes, Director de Organización del Sistema Financiero,  en una entrevista publicada hoy, antes de la reunión de la entidad de la próxima semana para fijar las tasas. "Mi posición es de cautela", agregó.

Gomes reconoció que la inflación ha mostrado signos "preliminares" de mejora después de que el índice de precios al consumo de referencia IPCA se desacelerara más de lo esperado en mayo, hasta su nivel más bajo en más de dos años.

No obstante, indicó que la desinflación de los servicios ha sido lenta y que las expectativas del mercado siguen desancladas de los objetivos del banco central, a pesar del enfriamiento registrado en las últimas encuestas que la autoridad monetaria ha realizado con economistas privados.

"Si miramos a (las expectativas para) 2024 y 2025, nuestro trabajo no ha terminado. Debemos perseverar hasta que las expectativas de inflación estén donde deben estar", señaló el directivo.

Sus declaraciones contrastan con algunos comentarios recientes del gobernador del banco central, Roberto Campos Neto, quien dijo que una mejora de las condiciones del mercado está allanando el camino para un cambio en la política monetaria.

El banco central ha estado sometido a una intensa presión por parte del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para bajar las tasas, ya que su administración considera que el costo actual de los préstamos obstaculiza el crecimiento económico.

La próxima decisión de política monetaria está prevista para el 21 de junio.