Nord Stream 2, el gasoducto que tensa las relaciones políticas y económicas en Europa
Otro frente de conflicto: Angela Merkel cuestiona el freno de un gasoducto que llevará fluido desde Rusia. El Parlamento Europeo salió a pararlo
El gobierno de Estados Unidos abrió otro frente de batalla con una de las más poderosas gobernantes de Europa. La canciller alemana, Angela Merkel, consideró que son inapropiadas las sanciones extraterritoriales de Estados Unidos contra el proyecto de gasoducto Nord Stream 2. "En todo caso, estas sanciones extraterritoriales son inapropiadas desde mi punto de vista", afirmó Merkel.
El proyecto Nord Stream 2 tiene por objetivo la puesta en marcha de un gasoducto que transportaría hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural por año desde Rusia hasta Alemania, pasando por las aguas territoriales o las zonas económicas exclusivas de varios países como Dinamarca, Finlandia , y Suecia.
El proyecto ya trajo varios problemas con Washington por una cuestión comercial, ya que la administración estadounidense se opone al nuevo gasoducto, cuya construcción está en un punto de finalizar, porque busca vender a Europa el gas natural licuado de sus yacimientos de esquisto.
Como medida para desalentar la continuidad del proyecto, Washington impuso sanciones a los contratistas que trabajaban en la colocación de tubería en 2019, lo que obligó a la empresa suiza Allseas a abandonar las obras.
El 1 ° de enero, el Senado estadounidense superó el veto del entonces presidente, Donald Trump, y consiguió aprobar el presupuesto de Defensa para 2021, que incluye las sanciones contra Nord Stream en particular y contra las empresas que prestan servicios de seguros y certificación necesarios para completar el gasoducto.
El Parlamento Europeo también salió a jugar en contra del gasoducto. Instó a las instituciones de la Unión Europea y a todos los Estados miembros a que pongan fin al gasoducto Nord Stream 2, e insta a la Comisión a que utilice todos los medios jurídicos y políticos disponibles para impedir su finalización, con el fin de evitar que Europa aumente su dependencia del suministro energético ruso".
Y, en un paso más, Estados Unidos también impuso sanciones contra el barco ruso Fortuna, que participa en la construcción del Nord Stream 2.
