Cuando faltan menos de 3 semanas para las elecciones generales en España, la empresa de desahucios extrajudiciales Desokupa desplegó un polémico cartel publicitario en pleno centro de Madrid contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el que le pide que se vaya a Marruecos. No solo fue denunciada ante la Junta Electoral Central por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que se considera víctima de una "campaña sucia" de una empresa cercana a la extrema derecha, sino que también se cree que se trata de un mensaje xenófobo dirigido a todos los inmigrantes. "El odio no puede ser protagonista de la campaña electoral", señalaron los socialistas.

“Tú, a Marruecos, ¡Desokupa a La Moncloa!”, expresa el cartel colgado en la calle Antorcha, una de las más céntricas de Madrid, en el que se ve un avión y las caras del presidente Sánchez y el del fundador de la empresa, Daniel Esteve.

 Medios como La Vanguardia aseguran que la empresa intenta colarse en la campaña electoral.

 

En la otra cara del cartel, la empresa se autoproclama responsables de haber “recuperado las casas de 7.600 familias”, seguido de un “os echaremos de menos a todes…” con fotografías de los referentes socialistas Irene Montero, Pablo Iglesias, Pablo Echenique, Gabriel Rufián y Ada Colau.

“Esperamos que estas prácticas sean penalizadas por los ciudadanos y ciudadanas, y que sean condenadas por todos los partidos políticos”, señalaron los miembros de PSOE, que además buscan presentar una denuncia por la vía penal.

 

Qué defiende Desokupa

Desokupa es una empresa española “especialista” en recuperar inmuebles usurpados que comenzó su actividad en 2016 y cobra desde 3.000 euros por desalojo. Aunque los datos del Sistema Estadístico de Criminalidad de España demuestran que la ocupación de viviendas bajó un 3,2% en 2022, la empresa utilizó la narrativa del problema de la ocupación para difundir un discurso de odio al inmigrante, organizar manifestaciones y publicitarse.

Según El País, la policía catalana recibió 28 denuncias contra la compañía por amenazas, coacciones, daños y otras lesiones que, hasta el momento, no han recibido consecuencias.

El fundador de la empresa, Daniel Esteve, de 53 años, fue boxeador e inició su intervención política durante las elecciones municipales en Cataluña, que se dieron el pasado 28 de mayo, organizando manifestaciones por las ocupaciones en Bonanova, Barcelona. Su figura se mediatizó con la difusión de videos en los que se observa cómo, hace 25 años atrás, tenía encuentros violentos con personas del “ocio nocturno de Barcelona”, según El País. 

 

Hace dos años, Desokupa se viralizó difundiendo una historia falsa sobre una inquilina inmigrante marroquí que supuestamente había usurpado la casa de una mujer de 89 años, provocando una oleada de indignación nacional a la que le siguieron miles de amenazas a la joven en redes sociales.

La chica había llegado a la capital para estudiar Filología Hispánica y pagaba por su habitación 400 euros al mes. Sin embargo, la anciana negaba haberle alquilado alguna vez la vivienda y aseguraba que había perdido su piso a manos de una inmigrante, a pesar de que esto era mentira, la empresa atizó el odio al inmigrante en sus redes, organizó manifestaciones, y, de paso, hizo publicidad: consiguió reclutar casi 100.000 seguidores en redes, reivindicándose como referentes de "los españoles de bien".

La joven no había cometido ninguna irregularidad y la Policía tuvo que actuar en su defensa, al punto que llegó a advertir, en un comunicado, que "las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado alertan de las posibles actividades delictivas que pueden llevar a cabo algunas empresas de desocupación durante sus servicios, como coacciones, allanamiento de morada, lesiones y acoso".

La joven no solo era inocente, sino que la que violaba la ley era la señora mayor: Carmen Franquelo alquilaba el piso desde 1946 y pagaba al momento del escándalo 121,5 euros mensuales que se actualizaban anualmente por inflación, y en su contrato se prohibía expresamente el subarriendo, destacó El País.

Las propuestas polémicas de Vox

El cartel de Desokupa se suma a una seguidilla de expresiones urbanas mediáticas de cara a las elecciones presidenciales de España el próximo 23 de julio. El pasado 17 de junio, otro cartel de Vox apareció en el centro de Madrid sobre la calle Alcalá con discursos en contra del colectivo LGBTIQ+. “Se pone en tela de juicio la defensa y la riqueza de la diversidad”, alertó el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaksa y lo clasificó como un acto de “gravedad manifiesta”.

Los miembros del PSOE se expresaron en contra de este cartel en redes sociales: “La lona del odio, la discriminación y la vergüenza es un ataque a nuestros derechos y a nuestro modelo de convivencia”, comentaron, y denunciaron el hecho ante la Junta Electoral de Zona de Madrid. Tras la denuncia, el cartel fue descolgado este martes por una orden de la Junta.

 

El PSOE también denunció que la coalición del PP y Vox que gobierna en Santa Cruz de Bezana (Cantabria) recientemente impidió la exhibición de la película infantil Lightyear de Pixar debido a que reproducen un beso entre dos mujeres. Los socialistas compararon esta censura con las represiones que se sufrieron en dictaduras árabes en Oriente Próximo.