Los Mossos d'Escuadra, la Policía regional catalana, activó la llamada “operación jaula” para detener al expresidente de Cataluña Carles Puigdemont. El político volvió a su tierra tras siete años exiliado en el extranjero para boicotear la investidura del socialista Salvador Illa como nuevo presidente catalán.

Puigdemont reapareció a eso de las 9 de la mañana a las puertas del Parlamento regional, en Barcelona, donde una hora después se inició la sesión de investidura de Illa, ganador de las elecciones regionales celebradas el pasado 12 de mayo.

 

Discurso

Ante unas 2.500 personas convocadas por su partido político, el independentista Junts per Catalunya, el expresidente catalán se subió a un escenario y brindó un breve discurso. En su alocución, Puigdemont cuestionó la represión que a su juicio se desató tras el referéndum ilegal celebrado en 2017.

Asimismo, fustigó al estado español, al que calificó como un país en el que "las leyes de amnistía no amnistían", informa RTenespañol.

 

Pacto roto

Acto seguido, los diputados de Junts ingresaron en la Cámara catalana pero sin Puigdemont, quien escapó y desde ese momento se encuentra en paradero desconocido.

El Departamento de Interior del Gobierno catalán confirmó a medios locales que se había pactado con el ex presidente una “detención discreta”. Este acuerdo implicaba que Puigdemont se entregaría, pero no sería detenido delante de sus simpatizantes. Algo que, según las autoridades, el ex presidente no cumplió.

 

Sin amnistía

En este marco, los Mossos pusieron en marcha un operativo para localizar el posible vehículo en el quehabría escapado el expresidente, primero alrededor de Barcelona y después en toda Cataluña.

Sobre Puigdemont pesa una orden de detención y captura promulgada por el Tribunal Supremo español, que interpretó que el delito de malversación por el cual está acusado el político, no es abarcado por la ley de amnistía aprobada a finales del mes de mayo y que entró en vigencia dos semanas después.

 

Policías presos

En tanto, los Mossos detuvieron a dos de sus agentes acusados de ayudar a escapar a Puigdemont en momentos en que éste iba a ser apresado tras su reaparición a las puertas del Parlament catalán.

Uno de los arrestados sería el dueño del auto en el que habría escapado el político tras dar un breve discurso ante sus simpatizantes.