Se reactiva la tensión entre China y EEUU por el liderazgo internacional
El economista que predijo la crisis financiera de 2008 advierte la gravedad de una nueva Guerra Fría, y el curso de colisión que llevan ambas potencias
Las dos mayores potencias de nuestros días, Estados Unidos y China, se dirigen de forma ineludible hacia una colisión, lo que ya está llevando a una nueva Guerra Fría y una consecuente crisis geopolítica de dimensiones desconocidas.
Así lo asegura el economista Nouriel Roubini, profesor de Finanzas en la Universidad de Nueva York, y uno de los analistas más escuchados y populares en EEUU, sobre todo después de haber vaticinado la Gran Recesión de 2008, a raíz de lo cual fue bautizado como el "Doctor Doom" (Doctor Muerte).
El experto destaca que las relaciones de EEUU con China revelan que el mundo está sufriendo una nueva Guerra Fría entre ambas potencias, y que la cumbre reciente del G7 (Grupo de los países más industrializados del planeta, a saber, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Japón y Canadá) celebrada en Hiroshima fue una de las más importantes en la historia de dicho colectivo, ya que los líderes dejaron en claro su intención unánime de unirse para contrarrestar el ascenso de China.
El analista y economista señala que Japón, como país que ostenta la presidencia rotativa del G7, se aseguró de invitar a líderes clave, entre ellos el primer ministro de la India, Narendra Modi. Esta estrategia tiene como objetivo persuadir a otros países a unirse a la respuesta más contundente del G7 frente al ascenso de China. Roubini afirma que muchos países estarán de acuerdo con la descripción de China como una potencia autoritaria y estatal-capitalista que se muestra cada vez más asertiva en su proyección de poder en Asia y a nivel mundial.
Seduciendo a la India
La India, interesada en el dominio de Asia, podría convertirse en un gran aliado de Occidente para reducir la influencia de Beijing en la zona. Además, el país gobernado por Narendra Modi acumula una larga serie de desencuentros históricos y guerras con China, lo que inclinará finalmente a India del lado de los países avanzados, según Roubini.
El artículo, publicado en Project Syndicate, destaca la rivalidad estratégica entre India y China debido a su larga frontera en disputa, lo cual ha llevado a India a adoptar una postura neutral en el conflicto de Rusia en Ucrania y a buscar una alineación de intereses más cercana con Occidente, lo que no impide a la India aprovechar los descuentos de Rusia para comprar grandes cantidades de petróleo barato.
"Aunque India no se convierta en un aliado formal de los países occidentales, continuará posicionándose como una potencia global independiente cuyos intereses están más alineados con Occidente que con China", asegura el economista.
Además, Roubini destaca la presencia de otros líderes invitados a la cumbre del G-7, como Indonesia, Corea del Sur, Brasil, el presidente de la Unión Africana y el presidente de Ucrania. considera que el mensaje transmitido fue claro: la amistad "sin límites" entre China y Rusia está teniendo serias consecuencias en la percepción que tienen otros países sobre Beijing.
La columna de este economista también menciona que el comunicado final del G7 dedicó una parte sustancial a explicar cómo enfrentar y disuadir a China en los próximos años. Se criticaron de forma clara las políticas de "coacción económica" de China, se destacó la importancia de una asociación indo-pacífica para frenar los esfuerzos de Beijing por dominar Asia, y se incluyó una clara advertencia para que no ataque o invada Taiwán.
Microchips
Roubini también destaca las restricciones impuestas por Japón a las exportaciones de semiconductores hacia China, similares a las aplicadas por EEUU, y la presión ejercida por la administración de Biden sobre Taiwán y Corea del Sur para que hagan lo mismo. El gobierno chino, por su parte, ha prohibido los chips fabricados por la empresa estadounidense Micron.
Al respecto, la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, declaró que su país no tolerará la prohibición de China sobre las compras de chips de memoria de Micron Technology y está trabajando con aliados para abordar esta "coerción económica" impuesta sobre este líder en chips DRAM y flash.
Raimondo también afirmó que Estados Unidos se opone firmemente a las acciones de China contra Micron y considera que es una coerción económica sin base de hecho. Esta declaración se produjo después de que el regulador del ciberespacio de China afirmara que Micron había fallado en su revisión de seguridad nacional del país asiático.
La funcionaria estadounidense también mencionó que se abordará este desafío específico, así como otros relacionados con las prácticas no comerciales de China, en colaboración con socios internacionales. Además, destacó que las inversiones en la Ley CHIPS de Estados Unidos son para fortalecer la producción nacional de semiconductores y que se espera la participación de empresas de otros países en la financiación de esta ley.
Taiwán
La disputa por Taiwán entre China y Estados Unidos ha generado múltiples simulacros y juegos de guerra, analizando las posibles consecuencias de un enfrentamiento directo. Sin embargo, se sigue debatiendo si este conflicto justifica un interés nacional vital para Estados Unidos.
Según estudios del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), Estados Unidos sufriría un alto número de bajas y pérdidas materiales en un enfrentamiento con China. Después de solo 14 días de guerra, la capacidad de defensa de Estados Unidos se vería gravemente comprometida.
Los expertos de ese organismo señalan que la defensa de Taiwán no debería poner en riesgo la seguridad y el interés nacional de Estados Unidos. Aunque hay herramientas diplomáticas y financieras que podrían utilizarse para proteger a Taiwán, una guerra directa con China sería un riesgo innecesario.
Además, las reservas de misiles estadounidenses se agotarían rápidamente, dejando al país vulnerable tanto en el aire como en el mar. Estados Unidos tendría dificultades para defender sus costas y otros intereses en el extranjero, en un escenario no visto desde antes de la Primera Guerra Mundial.
Riesgo
La nueva Guerra Fría está ganando intensidad y cualquier movimiento puede desencadenar un enfrentamiento económico superior y quién sabe si militar. "La colisión entre China y EEUU está en camino", destaca el experto..
Según Roubini, EEUU y otros países occidentales han dejado en claro su intención de mantener a China al menos una generación por detrás en la carrera por la supremacía en inteligencia artificial. El autor destaca que existe el riesgo de que China utilice su posición dominante en la producción y refinamiento de metales de tierras raras, esenciales para la transición hacia una economía más verde, como una forma de retaliación contra las sanciones y restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos.
En conclusión, Roubini advierte que, sin un nuevo entendimiento estratégico entre Washington y Beijing, existe un riesgo creciente de un colapso violento en esta nueva Guerra Fría.