Donald Trump busca consolidar su base de apoyo entre los votantes latinos para las elecciones presidenciales de 2024, un sector que tradicionalmente favoreció al Partido Demócrata pero que mostró signos de cambio en los últimos años. De acuerdo con datos recientes, la candidata demócrata, Kamala Harris, está obteniendo los peores resultados entre este grupo de votantes desde la derrota de John Kerry en 2004. 

Según una encuesta publicada por The Times, el número de votantes latinos elegibles para sufragar en 2024 alcanzará los 36 millones, lo que representará aproximadamente el 15% del electorado estadounidense. Este incremento en la participación electoral hispana ha sido acompañado de un cambio de tendencia: Trump ha ganado terreno entre los votantes latinos, especialmente entre los hombres jóvenes y la clase trabajadora, sectores que anteriormente tendían a apoyar al Partido Demócrata.

Kamala Harris enfrenta una creciente insatisfacción entre los votantes latinos, quienes históricamente han apoyado a los candidatos demócratas por amplios márgenes. Mientras que Barack Obama aventajaba a su contrincante republicano en 2012 por 39 puntos y Hillary Clinton lo hacía por 50 puntos en 2016, Harris apenas mantiene una ventaja de 14 puntos sobre Trump entre los latinos, según una encuesta de NBC News. 

Este declive ha sido atribuido en gran parte a factores económicos, como la inflación, que han afectado de manera significativa a la clase trabajadora hispana.

A pesar de la dura retórica de Trump contra la migración ilegal, su equipo ha implementado una campaña dirigida a suavizar su imagen entre los votantes latinos. En ese marco, el respaldo hispano podría ser determinante en estados como Arizona, Florida y Nevada, donde esta comunidad representa una parte significativa del electorado.